31 de octubre de 2007

El periodismo ciudadano según el periodismo tradicional

De vuelta en Chile, gracias al blog de Jorge Domínguez tengo la oportunidad de ver el extenso reportaje sobre periodismo ciudadano exhibido por TVN en su noticiario central del domingo 21 de octubre (el video se puede ver aquí).

El fenómeno del periodismo ciudadano en Chile, del que Jorge es uno de sus motores, no lo conozco en detalle, pero si me cabe interpretarlo como una expresión relevante de la web social, participativa y centrada en el contenido generado por los propios usuarios. Por ello, sorprende el sesgo, la visión parcial y el tono alarmista que impregnan la mayor parte de los nueve minutos del reportaje.

Había pensado escribir una entrada compartiendo mi juicio crítico sobre la nota (por ejemplo: ¿por qué que se les da tribuna a Lola Melnyck y a Daniella Campos en vez de dar espacio para que algún corresponsal de un diario ciudadano exponga sus motivaciones? ¿Por qué TVN aprovecha para hacerse autobombo y expresamente confunde a su audiencia haciendo creer que "24 Horas" se nutre del periodismo ciudadano?).

Pero finalmente, he optado por reproducir una frase de un libro que estoy leyendo en estos días:

Si necesitamos una mirada crítica no es porque haya discursos tendenciosos, como los anteriores. Tampoco es porque algunos medios estén controlados por autoridades, políticos o magnates que velan por sus intereses. Tampoco es porque algunas instituciones sean conservadoras o retrógradas, o porque muchas publicaciones tengan mala calidad o adopten un perfil más consumista que educativo. Si necesitamos una mirada crítica es porque siempre hay sesgo, ideología, interés. Nada es neutro. Nunca. Siempre hay algo detrás de las líneas, que debemos descubrir.

(Daniel Cassany, Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea. Páginas 56-57.)

Sin más comentarios.

26 de octubre de 2007

Una extraña conferencia (o como parecer inteligente exponiendo en inglés con jetlag)

Escribo estas líneas desde el aeropuerto de Schipol en Amsterdam, casi al termino de mi breve periplo por tierras holandesas. Han sido poco más de 24 horas muy raras.
En realidad, todo partió en el vuelo entre Montreal y Amsterdam. Cinco horas y media de duración (cuando la información que me habían hecho llegar indicaba casi siete horas). En principio, una ganancia, pero cuando a las dos horas de haber terminado de cenar la azafata me despierta para preguntarme si quería desayunar, sabía que el día había partido mal. Y cuando aterricé a las 6:30 am (el cuerpo me decía que eran apenas las 12:30 am) confirmé que el día venía torcido. Desde Schipol, tomando un tren que en media hora atraviesa una aún oscura Holanda, llego cerca de las 7:30 a La Haya (a esas alturas el jetlag ya era evidente).
Al llegar al hotel, me indican que mi habitación no está lista, y que debo esperar a que un pasajero desocupe la suya, para una vez limpia y arreglada pueda hacer mi check-in (ya sabía que la capacidad hotelera de La Haya, pese a ser grande, en general pasa con tasas de pleno uso, pero nunca sospeché que fuera tanto). Decido quedarme en el bar del hotel a revisar la presentación que tengo que realizar a las 16:00 en eChallenges, sin saber que estaré casi tres horas hasta poder hacer el check-in.
Finalmente, a las 12:30 -luego de hacer el check-in y ducharme- voy al World Forum Convention Centre, sede de la conferencia. Al entrar y mientras me registro, tres cosas me llaman la atención: primero, casi ninguna publicidad de la conferencia (acostumbrado al despliegue de otras conferencias, en especial la conferencia anual de la IFLA, da la sensación de que ésta quisiera pasar desapercibida); segundo, las pocas personas que se ven transitando por los pasillos del centro de convenciones; y tercero, los intensos olores dentro del edificio (mucha gente fumando, olor a cocina y, cuando entré al baño, el concepto de urinario público hecho "aroma"). Recién a las 14:00 se retomarán las sesiones, por lo que decido comer algo y tomarme un café para combatir el desajuste cuerpo/mente, ya que a esas alturas soy ya Mr. JetLag en persona (lo del café fue una pésima decisión, comprobaré horas más tarde al intentar dormirme en el hotel).
Ubico mi sala, ubico a la moderadora de la mesa (afortunadamente, una agradable señora norteamericana que trabaja en Noruega) y me quedo a escuchar las presentaciones del panel anterior al mío. Y ahí empiezo a tener la extraña sensación de que soy el hombre equivocado, con la presentación equivocada, en la conferencia equivocada (lo único que no estaba equivocado era mi jetlag). Papers sumamente técnicos, presentados por europeos pensando en europeos.
A las 16:00 comienza mi mesa y yo soy el último en hablar. Mis compañeros de mesa, si bien mantienen la tónica técnica de las presentaciones anteriores, hablan de temas que me son más cercanos, lo que me permite intentar "entender" las razones que tuvo el comité organizador para aceptar nuestro paper (el que pasó con buena nota dos etapas de revisiones ciegas por parte de pares antes de ser aceptado en abril pasado). La moderadora ya nos había advertido que teniamos apenas 12 minutos para exponer y que sería tajante con el tiempo (ya una vez, en una conferencia en Buenos Aires, una moderadora noruega me había advertido lo mismo, y me dejó con media presentación sin exponer). De todas maneras, lo que inicialmente era un problema, fue la excusa perfecta para que mi jetlag y yo "la hiciéramos corta" (nota para lectores no autóctonos: "hacerla corta" es un chilenismo para referirse a algo breve).
Y como escribiera Cervantes, "en una presentación en La Haya de cuyo nombre no quiero acordarme"... Eramos casi más panelistas que audiencia y el único comentario que recibí al terminar la presentación fue la del panelista sueco, quien me comentó que le costaría imaginar su trabajo en caso de que la mitad de los suecos estuvieran desconectados (yo le había comentado previamente que según WIP Chile, el año 2006 el 60% de los chilenos estaban fuera de la red).
Al terminar el panel cerca de las 17:30, me fui al hotel, para dejar las cosas y salir a hacer algo de turismo en el entorno, comer y acostarme temprano... Pero mi jetlag andaba de juerga y recién pasadas las 2:00 de la mañana de La Haya (20:00 horas de Ottawa según mi relój biológico + café) logré conciliar el sueño (eso sí: antes de dormirme logré entender que nunca lograré -ni intentaré- aprender holandés, el idioma más gutural que he escuchado en mi vida).
En resumen, en mi contextopedia, La Haya será sinónimo de jetlag hasta nuevo aviso.

23 de octubre de 2007

Reflexiones sobre el impacto de los espacios públicos de acceso a tecnología

Terminó hoy el taller de IDRC y la Bill & Melinda Gates Foundation. En estas dos jornadas donde hemos discutido sobre cómo enfocar la evaluación del impacto social y económico de los espacios públicos de acceso a tecnología (bibliotecas públicas, telecentros, cybercafés y otros), por momentos la conversación tendía a conducir a desencuentros.
Richard Heeks resumió al final del primer día la situación: estaban los "upper-openers" (quienes disparaban las expectativas del foco de la discusión y del estudio que se llevará adelante en estos cinco años, aspirando incluso a poner en cuestión consensos y definiciones básicas) y estaban los "closer-downers" (quienes buscaban acotar el objeto de estudio a un conjunto de dimensiones, variables e indicadores). Confieso que me sentí más cerca del segundo grupo, en especial porque mi aporte (el de BiblioRedes) a este grupo es poner los pies en la tierra a un grupo donde las "agendas propias de investigación" van mucho más allá del objeto de estudio: ¿tienen los espacios públicos de acceso a tecnología impacto social y económico en las comunidades que atienden? Supongo que es una tensión lógica cuando en una sala hay más títulos de postgrado que personas.
De todo lo conversado y pensado hoy sobre el impacto de proyectos y programas de acceso público a tecnología, especialmente relevantes me parecen tres ideas planteadas por Francisco Proenza:
1. Está demostrado que cuando hablamos de tecnologías de información y comunicación en espacios públicos, el motor más potente es el componente de comunicación. Sobre él se construye el resto (aumento del capital social, aumento del capital cultural, eventuales impactos económicos, etc). No puedo más que recordar el inesperado impacto del chat como principal fenómeno del primer año de BiblioRedes.
2. Al evaluar este tipo de iniciativas, no hay que perder de vista la denominada paradoja de la productividad. El verdadero impacto de la tecnología no se da en el mero hecho de hacer accesible la tecnología, sino cuando las personas y las organizaciones cambian sus formas de trabajo, internalizando la tecnología de manera profunda. Sin embargo, esos cambios son lentos y sus efectos son visibles en el largo plazo. Toda evaluación de impacto social y económico en este ámbito debe tener presente esta característica al momento de realizar el diseño de sus indicadores y su batería de instrumentos, así como en el levantamiento de la información y su análisis posterior.
3. Por último (y en relación con "las agendas de investigación"), se debe apostar por evaluaciones de impacto con impacto. Es decir, optar por aquellas metodologías, estrategias e indicadores que permitan generar impacto en los tomadores de decisiones. El impacto debe ser visible para generar impacto en quienes deciden o para poder generar cambios o ajustes de ruta cuando los datos obtenidos demuestran que el resultado final es nulo o inferior al esperado.

22 de octubre de 2007

Una buena idea y una foto de Ottawa

Ha sido un día intenso de trabajo en el taller convocado por IDRC y la Bill & Melinda Gates Foundation. Una buena y simple idea sobre el futuro que viene se la escuché a Mike Best: en un mundo donde la tecnología avanza hacia la ubicuidad y la personalización en los espacios privados, las personas recurrirán a los espacios públicos de acceso a tecnología en busca de valor añadido.

Les dejo una foto con el Parlamento canadiense de fondo (aclaro que fue tomada el domingo en la tarde).

21 de octubre de 2007

Pensando en los impactos

Mañana lunes comienza una semana interesante que me permitirá estar en contacto con experiencias mundiales de acceso comunitario a tecnología (lunes y martes) y compartir la experiencia de BiblioRedes con iniciativas potentes en el ámbito del patrimonio digital (jueves).

22 y 23 de octubre participaré en Ottawa (Canadá, desde donde escribo esta entrada) en el primer taller de diseño del proyecto "ICT and Public Access: Investigating the social and economic impact of public access to information and communications technologies", iniciativa conjunta de la Bill & Melinda Gates Foundation y el International Development Research Centre (IDRC) del Gobierno de Canadá, y que será coordinado por telecentre.org y el Center for Internet Studies (CIS) de la Universidad de Washington.

Es un proyecto a cinco años que busca generar e implementar en un número determinado de experiencias mundiales, una matriz de evaluación de impacto válida para los distintos modelos de acceso público a las tecnologías de información y comunicación (TICs), que pueda ser aplicada a programas basados en bibliotecas públicas -como es el caso de BiblioRedes-, telecentros, cibercafés, accesos móviles compartidos y otros tipos de acceso. Las preguntas centrales de la investigación son:

a) ¿Cuáles son los impactos sociales y económicos visibles del acceso publico a TICs?
b) ¿Cuál es la magnitud de estos beneficios?
c) ¿Cuál es la relación costo-beneficio en la provisión de acceso público gratuito?

Se espera a través de la investigación, identificar impactos positivos y negativos en algunos ámbitos en especial: empleo e ingreso; niveles educacionales; compromiso ciudadano; transparencia gubernamental y democracia; preservación cultural y lingüística; y mejoras en la salud pública.

La experiencia de BiblioRedes en las bibliotecas públicas chilenas es una de las candidatas a ser sometida al modelo de evaluación que se empezará a definir mañana.

Por su parte, el jueves 25 presentaré en eChallenges e-2007 Conference & Exhibition (La Haya, Holanda) un paper que preparamos con Pilar Pacheco (Coordinadora de Capacitación de BiblioRedes) sobre el dilema que está enfrentando BiblioRedes en la actualidad: aumentar su cobertura, atrayendo a más usuarios, versus profundizar el impacto de la tecnología en la actual base de usuarios del Programa. El paper lo pueden descargar desde aquí.

Esta reflexión está en el centro del rediseño que hemos estado trabajando desde enero, y una de cuyas conclusiones preliminares es la necesidad de potenciar sustancialmente el canal virtual de BiblioRedes como una respuesta para muchos de nuestros usuarios que, pudiendo tener otras vías de acceso a Internet, siguen requiriendo de los servicios remotos (y de mayor valor agregado) de las bibliotecas públicas. Precisamente, en la mesa en la que expondré, compartiré la reflexión con experiencias de Lituania, Suecia y Egipto que han dado acceso masivo a recursos de valor patrimonial a través de vastos programas de digitalización.

Durante la semana espero compartir algunas conversaciones que se den en estos espacios de discusión.

19 de octubre de 2007

Competencias digitales: una propuesta para la Estrategia Digital 2007-2012

El 8 de octubre, la Coordinación de la Red Nacional de Infocentros, realizó una reunión para lanzar entre las instituciones, iniciativas y personas que integramos la red, la discusión para generar propuestas para la Estrategia Digital de Chile 2007-2012. Reproduzco aquí la propuesta realizada por el grupo que nos enfocamos en las competencias digitales:
"Visión

Al 2012, todos los habitantes de Chile contarán con un conjunto de competencias digitales desarrolladas y harán uso de la tecnología como uno de los medios para el desarrollo de sus actividades y aficiones, ejercer sus derechos y deberes, contribuyendo de manera activa en la construcción de una sociedad que promueva los valores de la libertad y participación, y reconozca su diversidad y pluralidad como base de la vida nacional y su inserción en la comunidad internacional.

Competencias a Desarrollar

La propuesta de Competencias Digitales se basa en la definición realizada por la OCDE, que identifica a estas competencias como la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada, integrando habilidades, prácticas, conocimientos, motivaciones, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz. Esta capacidad se basa en un uso virtuoso de tecnologías de información y comunicación por parte de los ciudadanos y se aplica en dos grandes ámbitos: el de sus labores y aficiones y el ámbito de preparación y ejercicio de la ciudadanía. Las dimensiones a desarrollar serán: i) competencias digitales para el trabajo o actividad; ii) competencias con fines recreativos iii) competencias para la participación e interacción ciudadana.

¿Cómo lo haremos?

Para alcanzar la visión enunciada, se propone la creación de un Programa Nacional de Desarrollo de Competencias Digitales en el marco de la Estrategia Digital del Estado de Chile. Se propone además la creación de una institucionalidad adecuada que permita un trabajo coordinado de los organismos públicos y privados que serán parte de esta estrategia. Para estos efectos, el Programa promoverá:
- La focalización en perfiles sectoriales prioritarios.
- La instalación desde el inicio de mecanismos de medición de impacto social de cada programa sectorial.
- Sistemas de calificación de competencias, adecuadas a cada programa o proyecto, entre los distintos actores públicos y privados participantes.
- La implementación de estrategias marcadas por su capacidad de adaptación a entornos cambiantes (en el territorio y en el tiempo).
- La participación de los beneficiarios (ciudadanos organizados) y los intermediarios (por ejemplo, operadores de redes de telecentros, infocentros, bibliotecas, escuelas, industria nacional de tecnología, instituciones de educación superior, entre otros) en la formulación y el diseño de proyectos de inclusión digital sectoriales.
- La gradualidad en el desarrollo de las competencias
Para incorporar el desarrollo de competencias digitales en la Estrategia Digital 2007-2012, se propone generar un nuevo objetivo específico con un conjunto de tareas propias. El objetivo que se propone surge de separar el componente sociedad civil del actual objetivo n°4, y en la ordenación de objetivos debiera quedar en el lugar cuarto, y el actual cuarto pasar al lugar quinto.

Propuesta de Objetivo

Objetivo específico N°4: “Desarrollar las competencias digitales de la sociedad civil”
Propuesta de Tareas

- El país contará con estándares de competencias digitales definidos sectorialmente.
- El país contará con la infraestructura digital de calidad para que la sociedad civil pueda acceder a la tecnología y desarrollar sus competencias.
- Las personas certificarán sus competencias digitales con un sistema adecuado a los programas sectoriales de inclusión digital y de excelencia mundial.
- La industria nacional de las TICs desarrollará su capacidad para atender las especificidades de las aplicaciones, programas y contenidos requeridos en este ámbito, usando desarrollos de código abierto y/o código propietario."

Integrantes Grupo de Competencias: Deborah Ferrada, Patricio Mercado, Pedro Calandra, Pedro Rivadeneira, Jaime Navarrete, Selín Carrasco, Adán Salinas, Carlos Villalobos, Roberto San Martín y Enzo Abbagliati.

Este texto fue publicado "http://www.conectandoachile.org/wiki/index.php?title=Estrategia_2007-2012", plataforma en la que se recogerán todas las propuestas que la Red realice a la Estrategia Digital.

Wesch visualizando a Weinberger

Comentaba hace unos días el libro Everything is Miscellaneous de David Weinberger. Ahora comparto el video realizado por Michael Wesch sobre el concepto central del libro: el poder del desorden digital (por cierto, apenas salga la versión subtitulada al castellano, me comprometo a publicarla).



http://www.youtube.com/watch?v=-4CV05HyAbM

Al César lo que es del César, y a Marciano lo que es de Marciano

Hace unos días publiqué una entrada sobre la necesidad de ir más allá de la alfabetización digital, la que recibió un comentario de una fiel lectora de mis cadaunadas, reproduciendo un texto adjudicado a Eduardo Galeano. Pues bien, hoy me ha comentado Marciano Durán, escritor uruguayo, respecto a cierta confusión y jaleo que está ocurriendo a orillas del Río de la Plata con este texto, que en realidad es de su autoría y fue publicado el año 2006 (pueden leer el texto original por él escrito aquí).

Comprobé a través de este ejercicio que otra de las gracias del mundo virtual es que de un error en la atribución de la autoría de un texto, es posible conocer de manera inmediata a otro escritor interesante (perdonarán mi ignorancia de literatura uruguaya contemporánea, pero mis tiempos de lectura no laboral apenas me dan para algunas estrambóticas reflexiones sobre las oportunidades del mundo digital, los correos de algunos amiguetes, los comentarios que recibo en este blog y los titulares de los diarios, que confieso leo y creo cada vez menos). A mis lectores pelados (calvos) o en camino de serlo, les recomiendo esta joyita.

Y a tí, Marciano, gracias por la correción.

16 de octubre de 2007

Un buen video (y con algo de cliché) sobre los problemas de la educación

Del blog de Genís Roca llego a un nuevo video de Michael Wesch, autor del ya famoso* The Machine is Us/ing Us, recurso que hemos utilizado este año en la capacitación al personal de las bibliotecas públicas a cargo de BiblioRedes para seducirlos/convencerlos/engatusarlos con lo que viene.

El nuevo video plantea de manera testimonial algunos de los problemas que está enfrentando el modelo educacional vigente hoy en el mundo**, utilizando para ello algunos ya lugares comunes***:

Si tienes problemas para ver el video desde mi blog, esta es la dirección:
Notas
* "Ya famoso" en la blogosfera, o parte de ella, o parte de la que yo visito con frecuencia.
** "Vigente" en el mundo occidental, o parte de él, o parte del mundo occidental que yo conozco.
*** "Lugares comunes" para el mundo en que yo me muevo, o para mí, o por lo menos para parte de mí.
Nota sobre las notas
La lectura del libro El poder de las redes de David de Ugarte y la contextopedia que promueve, me está llevando a poner en contexto incluso mi contexto (¿?). En futuras entradas comentaré el libro de David.

15 de octubre de 2007

Mi aporte al Blog Action Day: una cadaunada medioambiental

Hace cinco días me inscribí en el Blog Action Day, jornada en la cual bloggers de todo el mundo dedicarán una entrada en sus bitácoras hoy 15 de octubre para hablar de un solo tema: el medio ambiente. No se trata de emitir opiniones en una sola dirección o apoyar alguna de las causas en especial. Se trata de que en cada blog, desde su particularidad y temas de interés, se reflexione sobre el medio ambiente. One issue, one day, thousand of voices (un tema, un día, miles de voces) es el slogan de la jornada.

Pues bien, fiel al espíritu de Cadaunadas, en esta entrada no hablaré del recientemente Nobel de la Paz entregado a Al Gore, ni de las inconsistencias científicas de su documental, ni de los vertidos tóxicos que una mina ligada a la familia Gore ha lanzado al medio ambiente.

Me limitaré a compartir dos piezas de información que me parecen interesantes para poner en foco el problema medioambiental (¡que efectivamente es un problema!).

Primera pieza de información. Aunque no es tan sencillo encontrar referencias al respecto, cuando se celebró por primera vez el Día de la Tierra, una de las preocupaciones de la comunidad científica y, por extensión, del mundo, era que la Tierra se estaba enfriando. Frente al actual calentamiento, apenas treinta años atrás, se temía que estábamos entrando en una nueva glaciación.

Sea cual sea la causa de la tendencia al enfriamiento, sus efectos podrían ser extremadamente serios, si no catastróficos. Científicos aseguran que con solo un 1% de disminución en la cantidad de luz solar que llega a la superficie terrestre puede cambiar el balance climático, y enfriar el planeta lo suficiente para enviarlo hacia abajo en el camino hacia otra era del hielo en apenas un pocos cientos de años.


Este es un extracto (la traducción es mía) de un artículo de la revista Time de junio de 1974.

Segunda pieza de información. Bjørn Lomborg es un economista danés que desde el Instituto de Evaluación Medioambiental promovió, junto a grupos de expertos de diversas áreas del conocimiento y procedencia (países desarrollados y países subdesarrollados), el denominado Consenso de Copenhangue, con el objeto de identificar los principales problemas que aquejan a la humanidad en la actualidad, las vías para solucionarlos y en cuáles de ellos la inversión que se requiere para implementar la solución obtiene el mejor rendimiento (en términos de que la solución de cuenta de manera eficiente del problema que ataca).

Confieso que mi primera reacción fue decir que era otra demostración de soberbia de un economista, pero tras revisar algo de información en Internet, de escuchar al propio Lomborg y, sobre todo, hacer una evaluación personal de la información que obtuve, llegué a la conclusión que los argumentos esgrimidos por el Consenso de Copenhague son convincentes en establecer que dedicar masivamente recursos en solventar el cambio climático es, cuando menos, una mala inversión (los costos exceden el beneficio obtenido).

¿En qué problemas de la humanidad recomienda el Consenso de Copenhague invertir? Las cuatro líneas que obtuvieron la mejor evaluación fueron: 1) Algunos medidas específicas para prevenir el avance del VIH y el SIDA; 2) Políticas para reducir la malnutrición en el mundo, especialmente a través de la introducción de ciertos micronutrientes en suplementos alimenticios; 3) Liberalización del comercio internacional: la expansión del comercio mundial favorecerá a muchas más personas de las que se verán afectadas por la medida; y 4) Control y tratamiento de la malaria.

Lomborg y el Consenso de Copenhague han recibido críticas, pero algunos de sus detractores han debido al poco tiempo retractarse de sus afirmaciones. Lomborg, autor del libro El ecologista escéptico, tendrá que esperar por su premio Nobel. Quizá en 50 años más, cuando la comunidad científica vuelva a cambiar su criterio sobre qué está pasando con los milenarios cambios de la temperatura de la Tierra, alguien se acuerde de Lomborg y no tanto de Gore.

12 de octubre de 2007

Sobre redes y poderes



En estos días estoy leyendo el libro de David de Ugarte El poder de las redes y cuando a través del blog de Juan Freire me topé hoy con esta imagen, mi primera reacción fue un golpe de realidad: esta imagen son las redes del poder.

La imagen representa el flujo de tráfico telefónico del mundo en el año 2005 y como la mayor parte de él pasa por Estados Unidos debido a la infraestructura existente y una estructura de precios definida hace más de 100 años por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, estructura que hace que las empresas de telefonía en países no desarrollados cobren costos de acceso más altos a llamadas internacionales que las compañías con base en Estados Unidos. El mapa fue creado por Telegeography y la revista Wired lo utiliza en un artículo que menciona cómo Estados Unidos vigila (= espía) llamadas internacionales que pasan por su territorio (territorio = redes de comunicaciones).

O sea, ya sabes para la próxima vez que levantes el auricular: al Gran Oido global, respóndele con la pequeña lengua local, localista e ilocalizable.

11 de octubre de 2007

¿Web social a 128 kbps?

Por esas gracias “sociotecnológicas”, pueden revisar en la blogosfera parte de dos conversaciones que he tenido entre ayer y hoy. A través del blog de Rosario Lizana, que traduce parte de la conversación que mantuvimos en el mundo físico –esta fue la primera conversación-, o a través del blog de Luis Ramírez, en la que la charla –la segunda conversación- ha “estado siendo” asincrónica y virtual.

Ambas conversaciones me han hecho volver a pensar en las posibilidades de generar mecanismos efectivos de inclusión en la Web social para personas cuyo punto de acceso a Internet es una biblioteca pública conectada a Internet con un enlace satelital de 128 kbps (nota: yo pienso en biblioteca pública, pero la reflexión puede ser válida para cualquier punto de acceso comunitario a Internet, ya sea telecentro, escuela, cibercafé de barrio, etc.). Si quieren ponerle escenario a esta reflexión pueden visitar la Biblioteca Pública de Camiña (Tarapacá), la Biblioteca Pública de Torres del Paine (Magallanes) o la Biblioteca Pública de la Isla Juan Fernández.

En esta entrada no haré un análisis de por qué el mercado de las telecomunicaciones en Chile no es capaz de proveer mejores soluciones tecnológicas para estos lugares, ni realizaré ninguna evaluación respecto a si como Estado hemos realizado toda la inversión requerida para llegar con mejor conectividad a las innumerables localidades remotas de Chile y asegurar un real acceso universal y de calidad a Internet. Para efectos de esta entrada, el dato es que esas bibliotecas contarán durante un buen tiempo más con una conexión satelital de 128 kbps.

Las preguntas: ¿es posible generar alguna estrategia que le permita a un usuario que depende de un punto de acceso comunitario con limitaciones estructurales sentirse incluido en la Web social? ¿Puede un usuario que accede 2 o 3 veces por semana a un turno de computador de una hora cada uno sentirse parte de las “conversaciones de la Red”? ¿Qué demanda ese usuario de Internet, teniendo presente sus limitaciones de acceso? ¿Es para ese usuario una necesidad básica ser parte, por ejemplo, de la blogosfera? ¿Qué gana o que pierde por las posibilidades de acceso a Internet que realmente tiene? Y quizá la pregunta básica, ¿le sirve de algo Internet –y por extensión la Web social- a ese usuario?

Son algunas de las preguntas que este año hemos estado trabajando en el Programa BiblioRedes en el proceso de reinventarnos. Por momentos, tengo la sensación de que tendemos a caer en respuestas estereotipadas, o que son parte de la corriente predominante que ve en el acceso a Internet y la tecnología una solución para muchos de los problemas más básicos de las personas. Por cierto, en general, comparto y creo en esas respuestas, pero en algunas ocasiones tiendo a cuestionar cuánto de profecía autocumplida tiene todo este relato.

Durante el primer semestre de este año, en conversaciones –ahora me doy cuenta de que he pasado buena parte del año conversando- con personal de bibliotecas públicas de distintas regiones, me comentan que hay usuarios de sus bibliotecas que acceden a YouTube y que se dan el tiempo de bajar lentamente videos para después verlos, ocupando valiosos minutos de sus escasos turnos de acceso a través de los computadores de BiblioRedes. ¿Responde ese comportamiento a una necesidad real de la persona o a una necesidad de “estar” en un espacio donde “hay que estar”?

Situaciones como ésta nos/me obliga a pensar en cómo desarrollar soluciones a esa necesidad de ese usuario, soluciones que optimicen las limitadas capacidades tecnológicas de algunas bibliotecas. En caso contrario, ese usuario pudiera llegar a desarrollar la sensación de que subió una de esas escaleras de Escher: comienza a subir a algo nuevo, tiene la sensación de que está subiendo a un nuevo mundo de posibilidades y cuando termina su ascenso, se da cuenta que el último peldaño es el primero, y que en realidad sólo tuvo la “sensación del ascenso” pero ninguna de sus ventajas (el llegar a algún lado).

En los próximos meses estaremos intentando encontrar una respuesta (humanamente útil, tecnológicamente sustentable) a esta limitación. Por el momento, un atisbo a partir de una interpretación libre de una idea que le escuché, en distintos formatos, a Florencio Ceballos y Marc Botella en el Encuentro Latinoamericano de Telecentros en septiembre pasado: se puede ser 2.0 con servicios del mundo físico, ya que el fenómeno 2.0 se basa en un conjunto de actitudes que gatillan personas, no maquinas.

To be continued.

9 de octubre de 2007

Una breve reflexión (¿y de Perogrullo?) sobre el uso de redes sociales

Genís Roca comenta hoy en su blog un estudio sobre el uso de redes sociales entre los escolares de Estados Unidos (el resumen en inglés del estudio está disponible aquí):
El 96% de esos estudiantes ha utilizado alguna vez una red social y el 71% dice haberlo hecho en la última semana. Pero lo que me ha sorprendido es que el 50% dice que hablan de los deberes. Es decir, como era de esperar, usan las redes sociales para resolver sus problemas: hacer los deberes que les han puesto en la escuela.
En contraposición, las escuelas prohiben el uso de las redes sociales en sus centros. Sin embargo, según el mismo estudio, muchos profesores ponen deberes que requieren moverse por Internet, y la mayoría de padres y de centros escolares dicen reconocer y aceptar el enorme potencial que estas redes suponen para la educación. Es decir, como era de esperar, no les dejan usar las redes sociales para resolver sus problemas, aunque aceptan que les podrían ser útiles.
En general, cuando utilizo ejemplos de Estados Unidos o Europa respecto a los nuevos usos sociales de las tecnologías, una de las principales críticas que recibo es que nuestro contexto es otro y por lo tanto las conclusiones de estos análisis no son aplicables a Chile. Pero las tendencias no engañan y el que nuestro país sea uno en los que se usa más intensamente Fotolog, significa que podrán cambiar las plataformas y servicios más usados, pero que las dinámicas son las mismas. La "contextualización" es precisamente la opción entre plataformas, no el uso en sí de estas nuevas posibilidades.

8 de octubre de 2007

Mucho más que Alfabetización Digital

El diario La Tercera publica hoy una carta que envié a raíz de una editorial del 1 de octubre sobre la alfabetización digital. Como la edición que le hicieron cercenó la lógica de la argumentación, reproduzco acá el texto completo de la carta que envié:

Señor director:

El Programa BiblioRedes de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), presente en 378 bibliotecas públicas a lo largo de Chile, ha sido desde el año 2002 un actor protagónico en los esfuerzos nacionales por avanzar en la alfabetización digital de la población. Por esa razón agradecemos la preocupación manifestada por La Tercera a través de la editorial del 1 de octubre.

Nos parece importante poner el acento de la discusión en tres aspectos de la alfabetización digital:

1. Es un componente fundamental del combate a la brecha digital, pero ésta sólo será posible abordarla con una aproximación integral, en la que se asuman también los desafíos en las dimensiones motivacionales, materiales y de usos con valor agregado de las tecnologías de información y comunicación.

2. Debe entenderse como un fenómeno en permanente expansión. Todos los días surgen nuevos usos tecnológicos que requieren el desarrollo de nuevas competencias, por lo que sólo desde el “aprendizaje a lo largo de la vida” una persona puede tener asegurado su acceso a estos medios. Ser hoy una persona incluida en la Sociedad de la Información no es garantía de que ello ocurra en el futuro.

3. Tal como está concebida hoy, la alfabetización apunta hacia las competencias instrumentales. Para que en el largo plazo sea efectiva, debe asociarse al desarrollo de competencias informacionales (saber seleccionar y usar información en nuestra vida cotidiana) y competencias estratégicas (o cómo he internalizado para mi mejor calidad las herramientas tecnológicas).

Cuando nuestro país está debatiendo en torno a cómo generar una sociedad más equitativa, poder relevar la contribución de las tecnologías de información y comunicación con ese fin es, en pleno siglo XXI, un piso que debiera estar fuera de toda discusión.

Atentamente,

Enzo Abbagliati Boïls
Coordinador Nacional
Programa BiblioRedes - DIBAM

6 de octubre de 2007

Everything is Miscellaneous: un gran libro de David Weinberger

Ayer terminé de leer Everything is Miscellaneous. The Power of the New Digital Disorder, un ensayo de David Weinberger publicado en mayo pasado y que aborda un tema que me ha estado interesando de manera creciente: cómo nos relacionamos con la información y el conocimiento.

La idea central del libro es sencilla. Weinberger identifica tres órdenes de orden (o tres niveles de orden). El primero, es un orden físico: libros ubicados en una estantería. El segundo, también físico, es el metadato: el catálogo de libros de una biblioteca, que ordena de una manera determinada todos los libros que están en esa biblioteca. Estos primeros dos niveles de orden están limitados por el mundo físico al que pertenecen: el libro sólo puede estar en una estantería al mismo tiempo; en la tarjeta del catálogo sólo cabe una determinada cantidad de información sobre ese libro. En estos dos órdenes no es posible ni la ubicuidad de la información ni ésta puede ser infinita. Es el mundo de los átomos, y los átomos ocupan espacio, y debemos escoger. Es la decisión del editor de la Enciclopedia Británica sobre qué tópico debe entrar en la Enciclopedia y cuánto espacio se le debe dar: todo debe caber en 75 mil artículos en un solo idioma.

Sin embargo, el tercer nivel es diferente. Es el orden del mundo digital, o más bien, el desorden del mundo digital, para usar la expresión de Weinberger. Es un orden en el cual cada persona puede ordenar todo el conocimiento de la humanidad (o esa porción que es de su interés) a su gusto. Es la revolución de los tags, las etiquetas, las folksonomías, frente a los intentos de Dewey, Linneo, Mendeleyev o Adler de ordenar el conocimiento de la humanidad en una estructura lógica. Un mismo retazo de información puede estar conectado a múltiples ramas del conocimiento: todo puede estar a uno o dos clics de distancia. El tercer orden es, además, un orden libre de las restricciones de los dos primeros órdenes: es un mundo de bits. Es el mundo de la Wikipedia en permanente expansión: más de 6,5 millones de artículos en más 200 idiomas.
Weinberger realiza algunas reflexiones que desarman los principios sobre los cuales la humanidad ha organizado su comprensión del mundo durante milenios, esfuerzos todos que han encerrado la realidad en sistemas de conocimiento predeterminados, reduciendo la diversidad a su más mínima expresión. Pero detrás de cada intento de capturar el mundo en una clasificación están, en realidad, las historias, culturas, tiempos y visiones de mundo de quienes crean esas categorías. Es Melvil Dewey creando un sistema de clasificación del conocimiento en diez categorías, subdivididas a su vez en diez categorías cada una y así sucesivamente. Pero su vida de pueblo norteamericano del siglo XIX encierra al budismo, por ejemplo, como una subcategoría de “Religiones de Origen Índico”. Le era una religión lejana y a su juicio ocupaba, por tanto, un espacio menor en el saber de los hombres.

En el tercer nivel de orden, la diversidad del mundo (y de su conocimiento) emergen de manera radical, haciendo del desorden una virtud, permitiéndonos ver la complejidad de la realidad. El ejemplo que pone Weinberger es elocuente: en mayo de 2006, George Bush realiza un discurso de 2.537 palabras sobre la inmigración ilegal, siguiendo el consejo de sus asesores de plasmar de manera simple su idea en este tema. Pocas horas después, más de 2.400 blogs ya habían comentado el discurso desde los más diversos puntos de vista: casi una entrada de blog por palabra, revelando toda la complejidad de un discurso “simple”.

Weinberger transmite optimismo en las posibilidades que el tercer orden entrega a las personas para acceder a la información y el conocimiento de manera abierta, colaborativa y centrada en sus necesidades. Su incisiva mirada lleva el análisis de la web social varios pasos más allá de las ya recurrentes reflexiones sobre cómo las personas están formando, integrándose y/o potenciado sus redes sociales a través de la tecnología.

Sin embargo, su reflexión tiene, a mi juicio, dos flancos abiertos.

El primer flanco ya fue develado por Chris Shioyama en su sitio gyaku.jp. Weinberger no se hace cargo del lenguaje como vehículo de transmisión del conocimiento y cómo todavía el lenguaje es una barrera entre los 6 mil millones de habitantes de este planeta. En el tercer orden de órdenes, el mundo digital no ha logrado superar estas fronteras y, por lo tanto, el aprovechamiento de ese conocimiento colaborativo (“social knowing”) sigue limitado por la diversidad de lenguas.

El segundo flanco quizá sea la mayor contradicción de la argumentación de Weinberger. La crítica que hace a la construcción de mundo que realiza Dewey al clasificar el conocimiento desde su mirada de pueblo norteamericano del siglo XIX, le es completamente aplicable. Él escribe pensando en un sujeto hiperconectado, que accede con ciertas capacidades tecnológicas a la Red, con un conjunto de competencias específicas desarrolladas. Ese es el sujeto que se aprovecha del “poder del desorden digital”. En los países desarrollados, grupos importantes de la población se encuentran en esa posición. Quizá en las elites de casi todas las naciones del mundo (o buena parte de ellas) sea posible encontrar personas instaladas en el tercer orden de órdenes. Pero en Chile la inmensa mayoría sigue restringida en su acceso al conocimiento por las limitaciones de los dos primeros niveles de orden.

Estos flancos no le restan contundencia a la reflexión, pero si obligan a reconocer que Weinberger escribe como un liberal de la costa este de Estados Unidos, que ve el mundo desde un centro de estudios de Harvard. Sin duda, encontrar personas con perfiles similares al suyo alrededor del mundo es más fácil hoy de lo que era encontrar otros “Dewey” fuera de su pueblo en el mundo de 1870. Pero el inexorable “yo y mi circunstancia” orteguiano está presente.

Por ultimo, para los que quieran profundizar en las ideas de este libro, recomiendo una reseña de Francis Pisani publicada en El País de España o el análisis de Hugo Pardo en MateriaBiz. Además, recomiendo dos videos del propio Weinberger hablando sobre los conceptos del libro, uno del 10 de mayo de este año y otro del 28 de septiembre. El primero dura 57 minutos y el segundo 85 minutos. Si no tienes banda ancha, algo de tiempo y entiendes inglés, seguirás condenado a las limitaciones del mundo de los átomos y las barreras del idioma: aún no estás preparado para el mundo de los bits, que mayoritariamente hablan en inglés (perdón por la ironía).

3 de octubre de 2007

Churchill y la inflación

Al conocer la noticia de que en los primeros 9 meses de este año nuestra economía acumula un 6,2% de inflación (la más alta en muchos años) y viendo aumentar a la par el dividendo mensual* de mi crédito hipotecario, sólo puedo reconfirmar mi más profunda adhesión a aquella frase que se le atribuye a Sir Winston Churchill: "Sólo confío en las estadísticas que manipulo".
* Nota: por consulta de un lector no chileno, aclaro que "dividendo mensual" es sinónimo de "cuota mensual". Me aplicaré aquello de "Actúa localmente, piensa globalmente".

2 de octubre de 2007

Paridad en el marketing

Varias entradas atrás compartí información sobre la campaña de las biblioteca de Wyoming, destacando algunas piezas. Una de ellas, la del perfil de una sensual mujer leyendo como imagen de un tapabarro ha generado algunas reacciones encendidas en la blogosfera norteamericana. La creadora del blog I, Asshole propone, en un ejercicio paritario, incluir esta otra pieza en la campaña:



Mientras tanto, K.G. Scheneider en su blog Free Range Librarian se pregunta, entre otras cosas, que está leyendo el chico de este pieza publicitaria "que lo hace tan feliz" (N. del A: la traducción es nuestra).

Estrategia Digital de Chile 2007-2012: una invitación a proponer


Hace unos días reproducíamos una experiencia neozelandesa sobre cómo usar Internet para profundizar la democracia a través de la participación social. Reproduzco ahora el correo que recibí hoy de Alejandro Barros, Secretario Ejecutivo del Comité de Ministros para el Desarrollo Digital:


De mi consideración,

El día de hoy hemos publicado el borrador para discusión pública del Documento Estrategia Digital 2007-2012, te invitamos a participar en el proceso de discusión del referido documento enviando sus comentarios y observaciones a la casilla de correo
electrónico: estrategiadigital@economia.cl

El documento se puede obtener desde la dirección http://estrategia-digital-chile.blogspot.com/. La Secretaría Ejecutiva a cargo del tema evaluará los aportes e ideas enviados y, según su pertinencia, serán propuestos al Comité de Ministros para que sean incorporados en el documento final.

El plazo para recibir sus propuestas vence el 30 de octubre de 2007. Con esto buscamos tener un documento definitivo en noviembre de este año.

Saludos
________
Alejandro Barros
Secretario
Ejecutivo
Comité de Ministros Desarrollo Digital

¡Mis felicitaciones por abrir la cancha a las buenas ideas!

1 de octubre de 2007

¿Qué es la Banda Ancha?

En diversas oportunidades he escuchado o leído que "el estándar internacional define la banda ancha como...". Pues bien, en su página web, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que -entre otras cosas- fija los estándares, indica que se puede hablar de banda ancha cuando:
capacidad de transmisión más rápida que la velocidad primaria de la red digital
de servicios integrados (RDSI) a 1,5 ó 2,0 megabits por segundo (Mbits)

Si quieren revisar la información, hagan clic aquí.

¿Es Chile esto?

Si hubieran consultado la página de inicio de la versión en línea de La Segunda hoy a las 18:15 horas, en su sección "El País" hubieran obtenido un triste diagnóstico: la vida de las 15 regiones de Chile se resume hoy en un asesinato y dos suicidios (uno de ellos por una "desilución amorosa").
Este no es mi país. Considerando sólo mi agenda de actividades de hoy, puedo decir que en mi país hoy los titulares podrían ser:
- Grupo de profesionales trabaja en un proyecto para generar estrategias participativas de rescate de nuestra memoria e identidades
- Instituciones públicas coordinan esfuerzos para dar mayores garantías a los consumidores
Por cierto, si le añadimos los "titulares de hoy" de los 16 millones de chilenos, estoy seguro que la pálida portada de "mi diario personal" se vería revolucionada por 16 millones de hechos positivos. Sin embargo, algún editor de medio tradicional se encargaría de seleccionar los tres más negativos.