31 de diciembre de 2007

Hipersignificado

Primera Advertencia: Esta entrada puede que yo mismo no la entienda mañana cuando la lea después de mis necesarias horas de descanso. También es probable que lo que aquí escribiré ya haya sido dicho, y que sólo sea una pérdida de tiempo para quien se dé el tiempo de leerla. Y, por cierto, confirma que la exposición prolongada a ciertos blogs perjudica la salud.
Palabras como hipertexto, hipervínculo o hiperespacio son parte de un vocabulario de reciente cuño (si lo ponemos en el contexto de la historia del castellano) pero ampliamente usado en el ámbito de la reflexión sobre el mundo digital y que incluso, en algunos casos, han sido ya aceptadas por la Real Academia Española de la Lengua (RAE) en su diccionario. Es posible encontrar en Internet múltiples fuentes de información sobre estos conceptos, y existe un consenso general sobre sus significados más comunes.
Sin embargo, la palabra hipersignificado aparece como un concepto virgen. Para la búsqueda "hipersignificado", Google arroja 8 resultados, mientras que para la búsqueda “hiper significado” devuelve 7 aciertos, 5 de ellos en portugués.
Segunda Advertencia: No es que crea a Google como la fuente de la verdad, pero si permite analizar al alcance de un clic el vigor e intensidad del uso de un término. Y en eso, asumiendo a la cultura como un proceso dinámico en su esencia, Google (o cualquier otro buscador de información) nos entrega ventajas comparativas respecto a épocas anteriores.
En el caso de hipersignificado es muy limitado lo que hallé. Lo más relevante: por un lado, un uso aplicado en psicología al análisis de estados delirantes (que no descarto tenga alguna relación con esta entrada), y, por otro lado, una aplicación que realiza Umberto Eco en una introducción a la semiótica.
Pero, ¿que podríamos entender como hipersignificado y que posibilidades entrega para el análisis de la comunicación en el mundo digital? Para la RAE, el prefijo hiper puede significar superioridad o exceso. Así, hipersignificado pudiera interpretarse como un significado de valor superior o un exceso de significado.
Hipersignificado como un significado de valor superior.
Esta acepción del término es la que entronca con aquella que ve en el hipertexto la posibilidad de que el lector alcance una compresión más cabal de la información, pudiendo desde el texto que está leyendo acceder a retazos de información complementaria que permiten acotar e integrar de mejor manera los conceptos utilizados para articular el hilo conductor en la explicación del significado. La superioridad estaría asociada aquí a la capacidad del hipersignificado de reunir como una sola unidad el significado primario con su contexto.
Hipersignificado como un exceso de significado.
A mi juicio, esta interpretación del término es la más interesante, ya que permite generar significados inesperados a partir de las posibilidades de comunicación inherentes al acto técnico de establecer un vínculo entre dos contenidos de información.
Me explico. En general, el uso del hipertexto es bastante literal. En un contenido que hable sobre dios, es muy probable que la palabra dios esté hipervinculada a otro contenido que explique en forma detallada el significado de la palabra dios. Es el hipersignificado como valor superior. Pero, cuando el uso del vínculo empieza a alejarse de la literalidad, entramos en una zona de significados más confusos, que pueden llevarnos hacia espacios distantes del significado preciso de la palabra y, por tanto, ampliar el significado del contenido desde el cual fuimos hipervinculados. Siguiendo el ejemplo, la palabra dios estaría cargada de excesos de significado, ya que frente a este dios, podríamos encontrar este dios, este otro dios o este dios. Los últimos nos llevan a zonas en las que la relación palabra-significado no es explícita, y nos obligan a inferir un conjunto de interpretaciones para hacernos cargo de los significados no explícitos que de la palabra se hacen y que están contenidos en el hipertexto. Estos significados no explícitos constituyen el corazón del hipersignificado.
Si entendemos el mundo digital como un denso tejido de redes, cada una de las cuales aporta sus propios vocabularios con sus propios significados y contextos en los que estos operan, el entrelazamiento virtual de estas redes, permite a través de un simple hipertexto, saltar desde un espacio de significados a otro espacio de significados.
Sin duda, esto no es algo nuevo, y tiene su génesis (si me permiten la alusión bíblica), en la diversidad y pluriculturalidad de la Humanidad. La novedad está en que en la esfera de lo digital (tengo claro la vaguedad de la expresión), todos los contextos de significado que cohabitan en el mundo físico, pueden generar nuevos cruces entre sí que en la esfera de lo físico son imposibles o improbables. En este nuevo contexto (que es donde operan sólo los cruces virtuales que se dan entre estas redes que entran en contacto), el hipersignificado se convierte en la norma, ya que todo es, en esencia, un exceso de significado que tiende a carecer de contexto físico (o geográfico, para ser más preciso).
El hipersignificado como exceso de significado no es, en sí misma, una característica positiva ni negativa de lo digital. En esencia, es la manifestación primaria de un nuevo espacio para el surgimiento de significados, los que a su vez pueden ser nuevos en forma completa o nuevas expresiones de viejos significados. El hipersignificado no está desprovisto de carga valórica, pero ésta debe analizarse a partir de los procesos de significación que se dan de manera principal en la esfera de lo digital.

De inocentadas y patrimonios

Que el mundo digital (o por lo menos su expresión blogocósica) tiende a reproducir algunas prácticas del mundo no-digital es algo que deberé recordar con mayor frecuencia. Para muestra, un botón: la inocentada publicada en los sueños de la razón y que me la tragué completa (o habría que decir, la comenté completa). Desde el 2008, me autoimpondré la censura cada 28 de diciembre.
Y a propósito de patrimonios digitales, que ese fue el cebo que me hizo caer, comparto el texto completo de la ponencia que presenté en noviembre pasado en el IX Seminario sobre Patrimonio Cultural. Ya había resumido las ideas principales de mi intervención, publicando la presentación PowerPoint, pero ahora va el documento completo (redactado en forma posterior).

¿Cómo reducir el precio de los libros?

Con esta pregunta, David de Ugarte titula una entrada que publicó ayer en su blog, y en la que de manera a mi juicio muy certera, enfrenta el tema de la cadena de valor del negocio editorial y cómo ésta mejora o empeora la relación de los lectores con los libros. Una reflexión que David comparte a raíz de los problemas que la Colección Planta29 está teniendo para poder llegar al público.
Sería interesante chilenizar este análisis, ya que el tamaño de nuestro mercado (mucho menor al español), genera tensiones adicionales.
Entre otras cosas, David escribe:
La distribución, la logística del objeto libro, es el elemento determinante del precio. En la práctica el sector es un oligopolio con muy poquitos concurrentes (la mayoría de las distribuidoras lo son de prensa más que de libros), lo que ya frena notablemente la competencia y hace que de toda la cadena de valor de un libro, sea la distribución la que reciba la retribución más alta. Por si fuera poco hay concentración vertical, grupos que tienen editoriales, periódicos, teles y radios donde promocionarlos, distribuidoras y hasta cadenas de librerías. Lo cual ha impulsado a una mayor concentración del sector que ahora gira casi exclusivamente en torno a tres grandes grupos. Es decir, que si eres un pequeño editor tendrás poco que ofrecer a las distribuidoras independientes y aún menos a las integradas en algún gran grupo y lógicamente tendrás costes proporcionalmente mayores.

28 de diciembre de 2007

Un padre llora a su hijo

Cristián Warnken llorando la muerte de su hijo Clemente. La ausencia hecha palabra:
Llora por ti tu chupete gastado y fiel, que intentamos vanamente botar tantas veces y que ahora te espera sobre la almohada vacía. Lloran por ti las esculturas del Parque de las Esculturas de Pedro de Valdivia, donde fuimos el día antes de tu partida, a correr, a subir al olmo gigante; llora por ti la escultura del ángel sin cabeza que miraste extrañado, llora por ti la librería Ulises, donde estuvimos esa misma tarde y donde hojeaste libros sobre un sillón de cuero. Llora por ti el libro de "Willie, el oso", que te regaló esa tarde Benjamín, el librero, y que no alcancé a leerte.
Para leer el texto completo y los más de 3 mil comentarios recibidos hasta ahora, hacer clic aquí.

27 de diciembre de 2007

Japón regula (limita) el acceso a la Web

Japón es, sin duda, uno de los modelos de sociedades hiperdesarrolladas con elevados niveles de penetración de tecnología en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana de las personas. Lo que ocurre en Japón en tecnología es, en muchas ocasiones, el inicio de una tendencia a nivel mundial.
Por ello, preocupa leer lo que comparte gyaku en una entrada publicada hoy: Dos ministerios del gobierno japonés estarían llevando adelante, a través de acciones que han pasado desapercibidas para los medios de comunicación masivos y la opinión pública en general, tres medidas que limitarían el acceso de los japoneses a algunos servicios Web.
En primer lugar, se estaría analizando regular el contenido en línea, incluyendo incluso el contenido generado por los usuarios (UGC) a través de blogs y páginas web. Esto porque la propuesta contempla regular la denominada "comunicación abierta", definiendo este concepto de manera tan vaga que mete en un mismo saco a la versión electrónica de un medio de comunicación masiva y el blog de un simple ciudadano.
En segundo lugar, se habría exigido a las principales operadoras de telefonía celular que apliquen estrictos filtros a los contenidos y servicios que se acceden desde teléfonos cuyos propietarios son menores de edad (que representan más 7.5 millones de equipos), para responder a las crecientes demandas de los padres respecto al acceso de sus hijos a servicios de "dating". El problema radica en que entre los servicios filtrados se encuentran foros, chats y otros que son base para la construcción de redes sociales en línea.
Y, en tercer lugar, se está proponiendo regular los sistemas para compartir archivos ("file sharing"), prohibiendo en forma especial la descarga de material sujeto a derechos de propiedad intelectual, aunque sea para uso personal (algo que estaba permitido por la hasta ahora vigente Ley de Propiedad Intelectual japonesa).
Gyaku levanta la alerta y llama a generar espacios de apoyo para defender la comunicación abierta en el ciberespacio japonés. En tiempos que en Chile se está debatiendo un proyecto de ley de neutralidad en la red, es relevante tener presente como se están dando las cosas en otras latitudes. Más si ello ocurre en un país que miramos como ejemplo de desarrollo tecnológico.

21 de diciembre de 2007

A 100 años de la matanza de Santa María de Iquique

En 1907, un día como hoy, un número indeterminado de trabajadores de oficinas salitreras que se encontraban en huelga, fueron masacrados en la Escuela Santa María de Iquique.
Hoy debiéramos todos los chilenos recordar lo que pasó en Iquique. Y al recordar, compartir para entender. Por mi parte, les dejo el pliego de peticiones que les costó la vida a estos trabajadores.

Fuente: www.dibam.cl

20 de diciembre de 2007

Innovando por accidente

Cuando en BiblioRedes estamos cerrando nuestro "año de reflexión y decisión" sobre nuestra carta de navegación para el período 2008-2010, el "tema" de la innovación en nuestros servicios virtuales es un elemento central. Por eso, este breve artículo publicado ayer por The Economist sobre cómo Evan Williams creó Blogger y Twitter me parece sugerente.
Según Williams, tres conceptos sobre el proceso de innovar que hay que tener presente:
1. Las ideas genuinamente nuevas suelen llegar por accidente, más que por un proceso de diseño y desarrollo predefinido.
2. Las nuevas ideas suelen ser díficiles de explicar, porque el lenguaje está preparado para lo que conocemos.
3. Las buenas ideas parecen obvias miradas en retrospectiva.

18 de diciembre de 2007

BiblioRedes by Global Voices


Hace una semanas, gracias a Rosario Lizana, tuve la oportunidad de conversar con Eduardo Avila, Editor para América Latina de Global Voices, un proyecto de periodismo ciudadano global y sin fines de lucro, que busca destacar y amplificar lo que las comunidades y las personas están conversando en Internet. Global Voices fue fundado en el Berkman Center for Internet and Society de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Su eslogan, "El mundo está conversando. ¿Estás escuchando?", me parece magistral.
Eduardo publicó días atrás una muy buena nota sobre BiblioRedes, de la que extraigo el siguiente párrafo:
Glancing at a map of South America, it is easy to tell that Chile stretches for kilometers and kilometers nestled in between the Pacific Ocean and the Andes Mountains. The time it takes to travel along the Pan-American and Austral highways is measured in days, not hours. One might think it is easy for Chileans to feel disconnected from one another due to the physical distance that separates them. A program called BiblioRedes (Network of Libraries) is hoping to close the distances and bring people closer together through the use of the internet provided free in local public libraries.

17 de diciembre de 2007

Del subsuelo al ciberespacio

El sábado pasado, Dibam y Metro inauguraron un nuevo punto de la red del Programa Bibliometro, ubicado en la estación Vespucio Norte. Son ya 11 puntos (10 en estaciones del Metro más 1 en los jardines laterales de la Biblioteca Nacional, en pleno centro de Santiago). Una idea pionera en el mundo, que ha inspirado un servicio similar en Madrid, que ha sido reconocida como una genuina innovación chilena, y que tiene como objetivo acercar los libros y la lectura a las personas, ocupando los espacios de su vida cotidiana.
El nuevo espacio cuenta también con BiblioRedes, siendo quizá uno de los pocos servicios de transporte urbano subterráneo en el mundo que ofrece en forma gratuita a sus usuarios computadores conectados a Internet. Desde noviembre de 2002, 15.820 usuarios registrados han realizado más 160.000 sesiones de acceso a Internet desde el subsuelo santiaguino.

16 de diciembre de 2007

Mi maletín literario

Hace varios días que me rondaba la idea de hacer un recuento de mis lecturas e intentar el ejercicio de seleccionar aquellas que, por distintas razones, más me hayan marcado desde que tengo uso de razón. Quizá sea la influencia de tanto rankismo que se vive en la Red, o quizá el influjo del proceso coordinado por la Dibam este año para identificar que obras debían ser incorporadas en el maletín literario anunciado por la Presidenta Bachelet en mayo pasado.
Sea como fuere, estos son mis 11 libros (12 en realidad), ordenados desde el primero que leí hasta el último:
1. Historia de Chile, de Walterio Millar. Lo leí 13 veces a los ocho años. Un año antes había descubierto el significado de la palabra extranjero, y que yo lo era en España. Este libro fue un paso importante en construir la respuesta a "¿Dónde no soy extranjero?".
2. La alternativa del diablo, de Frederick Forsyth. Lo leí a los once años. Un amigo de mi padre se lo había prestado, y así llegó a mis manos. Recuerdo no haber entendido muy bien algunos episodios de la trama (la Guerra Fría era más compleja que lo que mi mente podía comprender), pero tiene el mérito de ser el libro que marcó mi afición por la lectura. Los años siguientes leería buena parte de las novelas escritas por Forsyth hasta esa época, un placer culpable que de vez en cuando intenta resucitar.
3. La derrota del pensamiento, de Alain Finkielkraut. Tengo la duda sobre cuán bien habrá soportado el paso del tiempo este ensayo, pero a fines de los 80 fue un contrapunto fuerte con muchas de las lecturas que estaba teniendo.
4. Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa. De todo lo que he leído, la mejor novela latinoamericana del siglo XX (este es mi blog, y si alguien discrepa, que dispare en los comentarios).
5. Noción de patria, de Marío Benedetti (incluido en Inventario. Poesía 1950-1985). Le ayuda a dar sentido a mi regreso a Chile en el año 89, y ahora descubro que está disponible completo en Internet.
6. El laberinto de la soledad, de Octavio Paz (leido a la par con Madres y huachos. Alegorias del mestizaje chileno, de Sonia Montecinos, mejor aún). Lo leí durante la carrera, en un seminario de investigación sobre el mestizaje en la América colonial. Gracias a Paz entendí que América es un continente hijo de la Chingada.
7. Lituma en los Andes, de Mario Vargas Llosa. Después de un mes recorriendo Bolivia, leí esta novela. Viaje y lectura me hicieron comprender que, más allá de la simpatía, afinidad e identificación que se pueda desarrollar por una cultura ajena (en este caso el mundo andino), uno nunca deja de ser un extraño para esa cultura.
8. La guerra del Golfo no ha tenido lugar, de Jean Baudrillard. Ensayo escrito después de la primera Guerra del Golfo (1991), pareciera que fue lectura de los ideólogos de la segunda Guerra del Golfo (2003), que llevó el concepto de simulacro a su máxima expresión. Leer a Baudrillard ayuda a desarrollar la ironía.
9. Las redes humanas, de J.R. McNeill y William H. McNeill. En la efervescencia de Internet, siempre es bueno recordar que la humanidad inventó el concepto de red varios miles de años antes que el protocolo TCP/IP. Recorrer la historia del hombre en 400 páginas a través de las redes que ha formado, es una cura de realidad necesaria en tiempos de la Web 2.0.
10. Trilogía de Auschwitz, de Primo Levi. Sin comentarios.
11. Everything is Miscellaneous, de David Weinberger. De todo lo que he leído en el último tiempo sobre Internet, es el libro que más ideas desordenadas ha dejado en mi cabeza (mi personal forma de medir cuánto me ha provocado una lectura). Aún no ha pasado el test del tiempo, pero apuesto una cadaunada a que no será sencillo desbancarlo de esta selección.

15 de diciembre de 2007

Cadaunadas en el Dominio Público

This is a record of a Public Domain Dedication.
On December 14, 2007, Enzo Abbagliati dedicated to the public domain the work "Cadaunadas." Before making the dedication, Enzo Abbagliati represented that Enzo Abbagliati owned all copyrights in the work. By making the dedication, Enzo Abbagliati made an overt act of relinquishment in perpetuity of all present and future rights under copyright law, whether vested or contingent, in "Cadaunadas."
Enzo Abbagliati understands that such relinquishment of all rights includes the relinquishment of all rights to enforce (by lawsuit or otherwise) those copyrights in the Work.
Enzo Abbagliati recognizes that, once placed in the public domain,"Cadaunadas" may be freely reproduced, distributed, transmitted, used, modified, built upon, or otherwise exploited by anyone for any purpose, commercial or non-commercial, and in any way, including by methods that have not yet been invented or conceived.
For more information, please see<http://creativecommons.org/licenses/publicdomain/>.
Aclaración: en mi blog cito diversas fuentes, que tienen licenciamientos propios. Por lo tanto, sólo el contenido original de Cadaunadas es el que está entregado al Dominio Público. Como dicen por ahí, esta entrega no extingue los derechos morales sobre mis cadaunadas.

14 de diciembre de 2007

Conocimiento abierto

In the context of intellectual property, my ability to exclude your access to my work may create impediments to your ability to create your own work.
(En el contexto de la propiedad intelectual, mi habilidad para excluir tu acceso a mi trabajo puede crear los impedimentos a tu habilidad para crear tu propio trabajo.)
C. Hess y E. Ostrom (eds.), Understanding Knowledge as a Commons, MIT Press, Cambridge, 2006, p. 215, vía e-rgonomic: human web interaction.

13 de diciembre de 2007

Política... 2.0...

La noticia al respecto que ronda por estos días, y que incluso ha tenido repercusión en medios establecidos como Que Pasa y Terra, es que el ex candidato presidencial chileno Sebastián Piñera ha abierto una cuenta en Facebook. Y a mi qué, pudiera apuntar un lector agudo y cosquilloso. Pues aunque usted no lo crea, esto ha provocado una rueda de comentarios y de latidos de corazón por parte de aquellos optimistas y también de los que tienen carteles guardados esperando el momento cuando seamos conquistados por alienígenas. Casi como sosteniendo carteles señalando I want to believe.
Este es uno de los párrafos de la entrada publicada el martes 11 de diciembre en el blog quemarlasnaves.net, que ha suscitado un debate interesante por distintos motivos: el nivel de comentarios recibidos, los argumentos puestos sobre la mesa y por retratar varias dimensiones de lo que al calor de la discusión fue tildado como "criolloesfera" (versión chilensis de la blogosfera). ¿Será todo verdad lo que allí pasó o seguirá pasando?

12 de diciembre de 2007

¿Tienen futuro los centros de acceso comunitario a Internet? 6 respuestas

Es una pregunta que se debatió en el Telecentre Leaders Forum, organizado por telecentre.org en los días previos a la GK3 Conference en Kuala Lumpur (Malasia). También fue uno de los ejes del pasado Encuentro Latinoamericano de Telecentros e Inclusión Social 2007, en el que participé en el panel "Telecentro 2.0" presentando la experiencia de BiblioRedes (ver aquí la nota sobre las intervenciones del panel y aquí el material -presentaciones y audio- de cada intervención). Me refiero a centros de acceso porque el servicio puede ser parte de una biblioteca pública, un telecentro, una escuela abierta a la comunidad o, en muchos casos, un cibercafé asumiendo a la par de su fin comercial un fin social.

Es una pregunta que está implícita en la mirada y evaluación de muchos de los que diseñan y ejecutan acciones para acortar la brecha digital desde el mundo público, el sector privado o la sociedad civil, mirada que denota desconocimiento del rol que estos centros juegan para los segmentos de menores recursos en países como Chile, como espacios equitativos de acceso a la tecnología. Sin embargo, que esa mirada persista también habla de que quienes estamos en este frente de batalla, no hemos sido capaces de identificar la(s) estrategia(s) para posicionar ante esos actores la importancia del papel que desempeñamos.
Por último, es una pregunta cuya(s) respuesta(s) adquiere(n) mayor urgencia ante escenarios de una creciente penetración de tecnología en todos los estratos de la sociedad, incluso los de menores recursos (público objetivo de estos centros). El abaratamiento y diversificación de los dispositivos de acceso así como de la conectividad a Internet, permite pensar en un futuro de plena (o casi plena) conexión.
En ese contexto, ¿qué sentido tiene un centro de acceso comunitario a Internet? ¿Por qué una persona que tiene acceso privado a Internet debiera recurrir a una biblioteca, un telecentro, etc? Destaco seis respuestas, varias de ellas síntesis de conversaciones con profesionales vinculados a redes de telecentros, otras basadas en la experiencia de BiblioRedes.
1. Desarrollo de competencias. Las personas no acceden al mismo tiempo a los nuevos servicios disponibles en la red ni tienen todas las mismas capacidades y disposición para desarrollar las nuevas competencias requeridas. En estos centros, encontrarán personas preparadas para ayudarles en este proceso. El e-learning será masivo en el futuro, pero siempre habrán personas que requieran acompañamientos presenciales en su aprendizaje, y no todas podrán pagar por ese servicio.

2. Mejores condiciones tecnológicas. Estos centros debieran ofrecer equipamiento y conectividad de un estándar superior al promedio que tiene la comunidad circundante. O como nos orientó la Fundación Bill & Melinda Gates al formular el proyecto BiblioRedes: no por atender a los pobres de Chile, las bibliotecas van a tener equipos de segunda categoría. Facilitemos el acceso a un Ferrari y tendrán mayores posibilidades de ganar la carrera y romper el círculo de la pobreza.

3. Integración con otros servicios. El futuro de los centros de acceso comunitario a Internet pasa por la integración con otros servicios no necesariamente tecnológicos. En el caso de BiblioRedes, al ser un servicio de biblioteca pública, esa integración se da con la oferta de servicios información y culturales pre-existente (acceso a libros, actividades culturales, etc). Potenciar esta sinergia fue, incluso, una de la recomendaciones que entregó la evaluación de BiblioRedes realizada por la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda el año 2005. Otra línea de integración de servicios es la relacionada con el gobierno electrónico, ya que en muchas oportunidades estos centros de acceso son la única ruta para llegar a un ciudadano de difícil y/o costoso acceso para el Estado.

4. Desarrollo y oferta de servicios de segunda generación. Los centros de acceso comunitario a Internet ya están empezando a proveer servicios de mayor complejidad a sus usuarios, en ocasiones sobre desarrollos propios y en otras siendo canal de distribución para desarrollo de terceros. Un ejemplo muy claro en este sentido es la atención personalizada a microempresarios que en muchos lugares de Chile ocurre, o innovaciones como las video conferencias entre pacientes internados en el hospital de Temuco y sus familias que viven en zonas rurales de la Araucanía, experiencia desarrollada por la UFRO desde algunos telecentros instalados en bibliotecas públicas integradas a BiblioRedes.

5. Atención personalizada de las necesidades de información del usuario. Ante el exponencial crecimiento de la información disponible en Internet y la enorme cantidad de resultados que cualquier término arroja en los motores de búsqueda, la identificación de la respuesta de información más pertinente y de calidad para cada usuario es un servicio que puede ser ofrecido por los centros de acceso comunitario a Internet (en el mundo de las bibliotecas este tema se conoce como la diseminación selectiva de información y está largamente estudiado). Para este servicio es crítico el rol del encargado/a del centro, quien debe asumirse como un gestor de información y una de cuyas funciones permanentes es desarrollar las competencias de información entre sus usuarios.

6. El centro como un espacio comunitario. He dejado para el final, expresamente, esta dimensión, porque a mi juicio puede ser la más importante. La tecnología es una construcción social y no es una variable neutral cómo se despliega en la sociedad (o cómo la población accede a ella). Suele ocurrir que entrega status, que es mayor cuanto más temprano se posee la innovación tecnológica (¿o acaso no es chic hoy tener un iPhone?). Suele ocurrir que entrega poder –o la ilusión del poder- a quien antes se apropia de ella (hoy me siento un poco más excluido porque aún no me han dado ganas de entrar en Facebook). Pero lo importante, después de todo, es que incorpore de manera estratégica la tecnología en mi vida, y para que ello ocurra es fundamental que mi círculo de referencia –el grupo de personas con los que convivo y me relaciono a diario- también incorporen la tecnología al mismo nivel. Esa dimensión social de la apropiación de la tecnología puede ser facilitada desde los centros comunitarios de acceso a Internet, a condición de que tengan una efectiva penetración en el tejido social de las comunidades que atienden. Y que la comunidad vea en ellos espacios para manifestar y expresar sus identidades, sus necesidades y sus sueños.

10 de diciembre de 2007

¿UCPN? ¿Acceso Universal? Todo vale

Una entrada que publica Alejandro Barros en su blog, me viene como anillo al dedo para compartir unas reflexiones en esta conversación. Hacía varios días que estaba dándole vueltas a la idea, algo que he conversado en el último tiempo con MAZ y Luís Ramírez, en cuyo blog incluso sostuve una interesante conversación con Patricio Acevedo (con Luis hace un tiempo “pensamos en voz alta” posibles adaptaciones del modelo UCPN a la realidad de las bibliotecas).

El Programa BiblioRedes cuenta desde el año 2002 con un conjunto de laboratorios móviles, constituidos por 11 computadores portátiles tradicionales cada uno, data show y equipamiento para generar una red inalámbrica en los lugares donde se instalan. Partimos con 4 y hoy son 17 a lo largo de todo Chile, equipamiento que ha sido usado principalmente para reforzar en forma temporal la capacidad operativa de las bibliotecas públicas (para facilitarles el cumplimiento de sus metas) o para apoyar determinados eventos (tales como operativos de servicios públicos que desean acercar el gobierno electrónico a la comunidad). Requieren, eso sí, de conexión a Internet en el lugar donde se instalan.

Es posible que, pese a lo silencioso de la labor, nuestra experiencia sea la más importante del sector público en lo que se refiere a itinerancia permanente de recursos tecnológicos destinados a combatir la brecha digital (en algunas épocas ha funcionado un container, entiendo que de un privado, cuyos servicios han sido contratados por algunos organismos públicos). Y es después de cinco años con las manos en la masa que puedo compartir una serie de conclusiones que pueden dar una respuesta a la pregunta que lanza Alejandro en su blog.

No se trata de optar entre acceso (conectividad a Internet) o infraestructura (computadores u otros dispositivos). En general, las experiencias de usuario menos enriquecedoras han sido aquellas en las cuales no ha habido conexión a Internet, por lo que en estos años siempre hemos privilegiado llevar el equipamiento a lugares que nos permitiesen tener salida a Internet. La gran promesa de las TICs no está en el acceso a un computador, sino en el acceso a la gran red de comunicación, colaboración y el infinito repositorio de información y conocimiento que es Internet.

Ocurre cada vez más en las bibliotecas públicas que llegan usuarios con sus portátiles solicitando servicios de acceso WI-FI a Internet, pero junto a ellos hay una inmensa mayoría de usuarios para los que ese tipo de dispositivos (u otros, como celulares con acceso Internet) están fuera de su alcance. Entonces, todo apunta a que, por el momento, la mejor respuesta es una solución híbrida, “iluminando” sectores urbanos de alta densidad poblacional y, a la par, generando soluciones integrales (conectividad + equipamiento) para zonas rurales y/o de escasos recursos, donde el mercado no logra actuar (o en realidad actúa a través de una escala de precios que ahonda la brecha). Se puede hablar de una suerte de larga cola del acceso a Internet, donde para cada usuario hay un tipo de solución ajustada, que ataca de mejor manera sus particulares barreras de acceso. El Estado aportará lo suyo, pero otros actores deben sumarse en una mirada estrátegica nacional.

Sobre este punto, es importante tener presente los resultados de las experiencias pioneras de iluminación de grandes zonas urbanas, algunas de las cuales están “apagándose”, tal como comenté a raíz del impulso de algunos municipios chilenos por sumarse al incipiente fenómeno de las comunas digitales. ¿Es rentable socialmente “iluminar” una ciudad o un barrio sin una propuesta de servicios de valor que operen sobre esa conectividad? ¿Cómo se promueve que las personas que viven en esas zonas hagan usos intensos de la tecnología, que la incorporen en su vida cotidiana de manera estratégica?

Recuerdo haber participado en una reunión del Comité de Ministros de Nuevas Tecnologías en el año 2002, en la época que Javier Etcheberry era Ministro de Obras Públicas y Telecomunicaciones. Cuando se abordó el tema de las bibliotecas, telecentros y otros puntos de acceso comunitario a tecnología, su reflexión fue indicar que no entendía porque había que invertir recursos en dotar de tecnología a estos espacios, ya que en un plazo de cinco años todo el mundo iba a tener acceso a computador e Internet en Chile. Según la encuesta WIP Chile, su estimación erró en una cifra cercana al 60%.

Por lo anterior, y dada nuestra experiencia, este tipo de iniciativas debe tener su eje, ante todo, en la equidad, o mejor dicho, en la velocidad de despliegue de esa equidad. El análisis de Van Dijk sobre la brecha digital instala el concepto de inequidades en la sociedad de la información, causadas por los diferentes ritmos con los cuales las personas acceden y se apropian de la tecnología.

Chile está lejos de tener asegurado el acceso a Internet como servicio básico para la población. En ese contexto, conceptos como el de la campaña UCPN son una alternativa a considerar, en especial si su oferta asocia equipamiento y conectividad. No dudo que el tipo de red que el modelo OLPC facilita construir entre sus usuarios pueda permitir el desarrollo de competencias sociales y digitales (incluso sin conexión a Internet), pero me queda la sensación que, al apagar los equipos al final del día, estos usuarios habrán accedido a una red de segunda categoría. Por ello, UCPN sin acceso a Internet reproduce –bajo la mirada de Van Dijk- las desigualdades del mundo real: los niños ABC1 habrán desarrollado esas mismas competencias pero interactuando en Facebook.

BiblioRedes habilitará durante el 2008, 60 bibliotecas como hot spots, siguiendo la experiencia(modificada) de la Biblioteca de Santiago. La pregunta es, entonces, cómo se puede adaptar el modelo UCPN para operar en esas bibliotecas.

El 2004 hicimos el ejercicio de diseñar una propuesta de servicio de préstamo de portátiles a domicilio. El gran problema fue que al ser equipos portátiles tradicionales (de alto costo), el riesgo de pérdida era elevado y con ello el escenario de múltiples sumarios administrativos paralizó la idea. Sin embargo, utilizando equipos de bajo costo (tipo OLPC o similares que ya existen en el mercado) es viable analizar este tipo de servicio (hoy en muchas bibliotecas se prestan a domicilio libros que tienen un valor cercano a lo que cuesta uno de esos modelos).

Por último, confieso tener un gran problema con uno de los ejes centrales de UCPN: su público objetivo. Es una expresión más del darwinismo tecnológico que se encuentra detrás de la reflexión en torno a los “nativos digitales” y el resto del mundo. La base cero del estudio de impacto de BiblioRedes demostró, el año 2003, que donde la brecha digital se aloja con mayor fuerza en Chile es en la dueña de casa de escasos recursos. Sus hijos están varios peldaños por encima en acceso, competencias y apropiación de la tecnología. Si hay un ámbito donde el Estado ha realizado grandes inversiones en tecnología es en el sistema educacional, inversiones que claramente deben seguir.
Pero… ¿qué ocurre con toda la población que está fuera del sistema escolar público? Por el momento, para muchos habitantes de Chile, bibliotecas y telecentros son la única opción.

7 de diciembre de 2007

Burbujilla

En respuesta a Miguel Paz, he de decir que... sí, yo he tenido esta burbujilla (burbuja + pesadilla).


Actualización, 13 de diciembre. El video fue bajado de YouTube, ya que incluía una fotografía que tenía derechos de autor. La fotógrafa Lane Hartwell ha reclamado sus derechos, tal como se comenta en esta noticia de la revista Wired. Hartwell ya había reclamado por este tipo de acciones sobre su obra en oportunidades anteriores.

5 de diciembre de 2007

Lujuría y celos 2.0

Sé que quienes no estén familiarizados con el lenguaje de La Cuarta, el diario más popular de Chile, quizá no disfruten completamente el relato, pero igual la risa que me ha provocado me ha llevado a compartirlo. Por lo demás, su fondo es totalmente criticable (un episodio de violencia intrafamiliar), pero como ésta está siendo una semana extraña en mi blog, me doy esta nueva licencia.
El título de la noticia de portada de hoy fue "Pilló a su esposa poniéndole el gorro con galán cibernético", y en el último párrafo del desarrollo de la nota, el periodista escribió:
Juanita saltaba como electrocutada y dejaba escapar de sus labios palabrotas y súplicas de sábanas adentro, y aullidos, propios de una condenada al infierno.
Al cachar que su mujer lo engañaba con un amante virtual y que ambos se refocilaban todas las noches gracias a la banda ancha y al internet -especialmente cuando él rodaba solitario por las carreteras-, el chofer maldijo a Bill Gates, a Google, a Yahoo, y a IBM.
Emputecido se fue sobre su esposa y la exorcizó a aletazos para sacarle el demonio del erotismo cibernético del cuerpo.
Enseguida se lanzó sobre el PC, pero descubrió que el patas negras ya no se encontraba en su lugar. El colchón estaba vacío. Su rival había huido hacia el ciberespacio. Fuera de sí destruyó al computador, vil portón hacia la bigamia, y de yapa le sacó la cresta a su cabro por haberle enseñado a chatear a su madre. Detenido por Carabineros, Juan fue imputado por provocar lesiones menos graves en el contexto de la Ley de Violencia Intrafamiliar.
La noticia completa la pueden leer aquí.

Ya es oficial: me enamoré de "Pregunte, las bibliotecas responden"

Comentaba ayer mi frustrante affaire con Yahoo Respuestas y terminaba la entrada compartiendo que estaba a la espera de la respuesta sobre la frase de Unamuno que había lanzado a Pregunte, las bibliotecas responden, servicio de referencia digital de un grupo de bibliotecas públicas españolas.
Pues bien, en menos de 12 horas cronológicas desde el envío de mi consulta, he recibido la siguiente respuesta:
Según las diversas fuentes consultadas no podemos afirmar de manera fehaciente que dicha frase pertenezca a Miguel de Unamuno. Hemos podido comprobar que en internet hay muchas personas que cuando citan esta frase se la atribuyen a este autor, pero también en algún caso se dice que fue acuñada por Ginebra Torra, y en otros casos citan a otros personajes. Como decimos más arriba en las numerosas fuentes a las que hemos tenido acceso no consta que sea suya. Por ejemplo, no consta en El gran libro de las citas y frases célebres, Editorial Libsa, 2004, en el apartado de citas atribuidas a él. En las numerosas páginas web que recogen las citas y frases del autor tampoco aparece, entre ellas: http://es.wikiquote.org/wiki/Miguel_de_Unamuno, que incluye todas las citas célebres de él, http://www.frasalia.com/frases_de_Miguel_de_Unamuno.htm, que cita todas las frases del autor; o en buscadores especializados de proverbios, citas, frases hechas como http://www.proverbia.net/, http://www.agendalia.com/citas/indexcitas.htm, http://www.defrases.com/buscar.html, www.frasalia.com. No podemos asegurar por tanto de quién es esta frase. Lo más parecido que hemos encontrado atribuible a Unamuno al hablar sobre la singularidad de cada uno, es una frase que recoge Tomás Melendo Granados, en un artículo titulado Cada persona, única e incomparable, donde el escritor al dirigirse a un escritor novel , que le había escrito en son de queja porque el éxito de sus obras le parecía muy escaso en comparación con el que cosechaban otros en su opinión peor dotados, Don Miguel le contestó: No te creas más, ni menos, ni igual que otro cualquiera, que no somos los hombres cantidades. Cada cual es único e insustituible; en serlo a conciencia pon todo tu empeño.
Una respuesta rápida (el estándar de servicio comprometido es de tres días), asertiva, muy completa y que da acceso a más recursos. Y además sin ser ciudadano español y sin pagar impuestos al Estado español, puedo usar un servicio financiado con recursos públicos españoles.
Me enamoré (y eso que aún sigo a la búsqueda del autor del título de mi blog).

4 de diciembre de 2007

Mi breve (y decepcionante) romance con Yahoo Respuestas


Quizás algunos al leer estas líneas opinarán que pequé de ingenuo. Puede ser, pero como en todas mis historias de amor, aunque haya sido breve como ésta, mi punto de partida ha sido la candidez.
Hace 8 meses, me topé con el servicio Yahoo Respuestas (Yahoo Answers en su versión original en inglés). En esencia, un espacio en el cual los usuarios de Yahoo (el requisito para participar es contar con una cuenta en este portal) pueden formular preguntas o responder las que realizan otros usuarios sobre temas de los distintos ámbitos del conocimiento. Adicionalmente, se puede votar por las respuestas que los usuarios entregan, la respuesta que uno entrega puede ser escogida como la mejor y otras acciones que van entregando puntaje al usuario. Dependiendo del puntaje, uno va adquiriendo cierto nivel dentro del ecosistema de Yahoo Respuestas, ganando reputación.
En aquellos meses estaba leyendo The Wisdom of Crowds (resumen en castellano aquí), de James Surowiecki, por lo que este servicio de Yahoo me pareció una aplicación sencilla y entretenida del concepto detrás del libro: la sabiduría colectiva, es decir, como el saber agregado de un grupo de personas siempre es mayor que el saber individual de cualquiera de los miembros de ese grupo.
Confieso que mi personal adicción por los juegos de conocimiento contribuyó a mi temprano encandilamiento con Yahoo Respuestas. No obstante, desde mis primeros flirteos con el servicio, noté que muchas de las preguntas eran meras boludeces, y que en el caso de las respuestas, no faltaban aquellas tipo "a tu pregunta estúpida le respondo una estupidez aún mayor". Es el ripio que este tipo de espacios debe sufrir en pos de generar reales intercambios de información, pensé desde mi candidez original.
En la fase de enamoramiento inicial alcancé a responder 11 preguntas, desde "¿Qué pasa cuando llega el FUTURO?" hasta "Estiyt interesado en entrar a una gerrilla o algu grupo de movimiento politico algie save de uno? (sic)". Además formulé una pregunta ("¿Por qué a los peces se les dice pescados una vez atrapados?") que recibió la no despreciable cifra de 18 respuestas.
Pero pronto mi fervor fue decayendo y me alejé temporalmente de Yahoo Respuestas. Lo insulso de muchas de las preguntas y las respuestas que recibían (incluso preguntas interesantes) me convenció que en este amorío estaba perdiendo el tiempo.
Hace tres meses me acerqué nuevamente, con el sincero afán de reivindicar la potencia de la idea. Lancé la siguiente pregunta: "¿Dónde escribió Unamuno "Cada uno es cada uno y cada uno tiene sus cadaunadas"?". Una sola respuesta recibida: un irónico "En su casa", imbecilidad que al ser la única respuesta fue calificada por el sistema como la mejor respuesta, por lo que su autor además recibió puntaje extra. A esas alturas, de mi romance ya no quedaban ni los gratos recuerdos.
Hace un mes volví a Yahoo Respuestas y formulé nuevamente la pregunta (ya es evidente el enfermizo patrón que en mis relaciones afectivas tiende a darse): "¿Dónde escribió Unamuno "Cada uno es cada uno y cada uno tiene sus cadaunadas"?". Los resultados fueron levemente mejores: cuatro respuestas pero ninguna aportaba la información que requería. Para mayor desazón, nuevamente el premio a la mejor respuesta la obtuvo una con tintes irónicos: "Eso no es de Mafalda??".
Este segundo y último intento de obtener alguna pista sobre la frase de Unamuno que da título a mi blog, selló para siempre la suerte de mi romance con Yahoo Respuestas. Y de paso puso en tela de juicio mi creencia en la sabiduría colectiva, tan cacareada por la "moda 2.0".
Hace una hora, acabo de lanzar la misma pregunta a Pregunte: las Bibliotecas Responden, un servicio de referencia digital de un grupo de bibliotecas públicas españolas. Quizá en esta oportunidad, esta señora más madura y con mayor trayectoria que la veleidosa Web 2.0, sacie mi sed de información. Su compromiso es que en tres días más debiera tener en mi bandeja de entrada su primera carta de amor.

2 de diciembre de 2007

Bloxdir.com no responde con claridad

En la última semana, he estado incorporando Cadaunadas a algunos directorios de blogs que están disponibles en la red. Lo hago como una forma de paliar una de las falencias de Blogger, la de entrar en contacto con otros blogueros o lectores de blogs que tienen intereses similares (resulta increible que siendo la herramienta más usada para crear blogs, Blogger aún no desarrolle con fuerza el tema de las comunidades de interés).
En esto estaba cuando el martes pasado recibí este mensaje de Bloxdir.com, uno de los directorios en los que me había inscrito:
Sentimos comunicarte que no podemos incluir tu blog en el directorio Bloxdir.com. Por favor, sigue todas las indicaciones para enviar tu Blog y vuelvelo a intentar más adelante.
Los motivos más frecuentes porque los editores deciden no incluir un blog son los siguientes:
Presentar contenidos ilegales
Por tratarse de SPAM
No tratarse de un blog
Contenidos para adultos, racistas, etc.
Contenidos duplicados o baja calidad del texto con faltas de ortografia y gramaticales
Poca usabilidad, dificultad para entender la navegacion y/o la estructura del blog
No tratarse de un blog en espanol
Etc.
De todas formas, nos guardamos los blogs que han sido rechazados para revisarlos posteriormente. Si observamos que tu blog ha cambiado, lo incluiremos automaticamente.
Gracias,
Bloxdir.com
Aún estoy intentando descifrar cuál de "los motivos más frecuentes" hace imposible que Cadaunadas sea incluído en este directorio. Luego de sesudas reflexiones, estoy por concluir que debe ser "Etc.", si bien no desestimó ser un spammer encubierto, que mis textos estén llenos de errores ortográficos o que este no sea un blog en español, y apenas le alcance la talla para ser un blog en "shileno".

Abriendo una reflexión

A principios de esta semana, Julio Cubillo, quien nos ha estado asesorando este año en el proceso de rediseñar BiblioRedes para el período 2008-2010, dirigió un taller sobre la Biblioteca 2.0 destinado a iniciar la reflexión en este ámbito en la Subdirección de Bibliotecas Públicas y las Coordinaciones Regionales de Bibliotecas Públicas.

El taller, que fue más breve de lo originalmente diseñado, fue apenas un primer acercamiento al tema para muchos/as de los presentes. A mi juicio, no obstante, dejó abierta la interrogante sobre cómo las bibliotecas públicas chilenas abordarán este desafío, un reto que es posible gracias a la plataforma instalada por BiblioRedes y que empieza a adquirir sentido con la automatización de las bibliotecas.

Al inicio del taller se discutió sobre la novedad de los conceptos centrales de la biblioteca 2.0. Concuerdo con quienes plantearon que ya hace más de diez años que las orientaciones de la IFLA van en esa dirección (ver el Manifiesto IFLA/Unesco sobre la Biblioteca Pública o las Directrices IFLA/Unesco para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas), o, incluso como indicó Julio, que las cinco leyes de la bibliotecología (texto completo aquí) que Ranganathan publicó en 1931 "son muy Biblioteca 2.0" (para una mirada crítica sobre cómo se aplican esas leyes en la actualidad, ver esta entrada de Edgardo Civallero en su bitácora).

Lo importante es que el 2008 sea un año en que ocurra la reflexión profunda que requiere esta nueva mirada sobre cómo el usuario interactúa con la biblioteca. Partamos reconociendo que la tecnología está entregando más poder a nuestros usuarios, quienes ahora tienen mayor libertad para construir sus propias respuestas a sus necesidades de información.

En el intertanto, comparto esta presentación que Dídac Margaix publicó ayer en su blog DosPuntoCero (una muy buena fuente para conocer y mantenerse actualizado en lo 2.0 aplicado a las bibliotecas):

27 de noviembre de 2007

5 años de BiblioRedes

Hace unas horas atrás, celebramos en el Museo Histórico Nacional, en pleno centro de Santiago, el quinto aniversario del Programa BiblioRedes, en un evento liderado por Nivia Palma, Directora de la DIBAM y en el que estuvo presente todo el equipo nacional del Programa, más personal y usuarios de bibliotecas públicas, así como antiguos integrantes del equipo. Nos acompañaron también amigos de otras instituciones públicas, privadas y de organizaciones de la sociedad civil.
Lo mejor: la impecable producción del evento (me saco el sombrero ante el trabajo realizado por el equipo de Marketing y Comunicaciones de BiblioRedes) y las palabras de Graciela Huinao.
Lo malo: la debil -por no decir nula- presencia de autoridades de alto rango involucradas en la Estrategia Digital. Estuvo con nosotros al inicio Alejandro Barros, Secretario Ejecutivo de la Estrategia, y nadie más. Sin duda, es un flanco débil de BiblioRedes hoy, pero también refleja el desperfilamiento de "lo digital" como prioridad de Estado. Alejandro comentaba en su blog hace unos días que los temas tecnológicos no eran un tema para distintos sectores de nuestra sociedad, pero no hacía referencia al sector público en su reflexión. La sensación que tengo desde mi rincón es que el tema TIC se ha caído del discurso público.
Y si de discursos se trata, cuando me toco intervenir, estas fueron las palabras que compartí, las que resumen el espíritu que quisimos transmitir en este punto de inflexión de BiblioRedes:

Para nosotros es un honor contar con su presencia en esta fecha, que recuerda cómo hace cinco años atrás, en un día de noviembre de 2002, desde Calera de Tango, Putre y Porvernir se dio inicio a un sueño: el de convertir a la biblioteca pública municipal en un espacio de apropiación equitativa de la tecnología, con el fin de contribuir a que nuestros compatriotas de menores recursos tuvieran oportunidades reales de acceder a Internet. Un sueño para el que se aliaron con la Dibam las municipalidades y sostenedores de bibliotecas, otras instituciones públicas y privadas y, especialmente, la Fundación Bill & Melinda Gates.


Los resultados alcanzados en estos años dan cuenta de lo que es hoy una realidad innegable: la biblioteca pública chilena es un actor relevante en el combate de la brecha digital. Todos los días, más de 11.000 sesiones de acceso gratuito a Internet se realizan a lo largo de nuestra geografía a través de la plataforma de BiblioRedes y más de 250 personas terminan un curso de alfabetización digital básica o de segundo nivel.

Pero los espacios y oportunidades que se han abierto desde el año 2002, nos llevan en el presente, junto con revisar lo alcanzado, a renovar nuestro compromiso con los usuarios y las comunidades locales que BiblioRedes atiende desde las bibliotecas públicas y gracias a ellas. Y esa promesa debe, necesariamente, reconocer que el mundo ha cambiado en estos años, que Chile ha cambiado, que Internet ha cambiado… Pero, más importante aún, que nuestro usuario ha cambiado.

Así como la gran reforma de la educación que está pronta a iniciarse debe asumir que las aulas de las escuelas y liceos de nuestro país están llenas de lo que algunos autores denominan los “nativos digitales”, las bibliotecas –y con ellas BiblioRedes- deben hacerse cargo que su usuario demanda hoy nuevas respuestas a sus viejas necesidades de información, conocimiento, recreación y cultura. Ya no desde una postura pasiva, como el que pide y agradece lo que recibe de las bibliotecas, sino como un usuario activo, que participa e interviene en como satisface sus necesidades de información. Es un usuario que genera contenidos, que crecientemente tiene la capacidad de evaluar manera crítica los contenidos que otros construyen, que está desarrollando sus capacidades de colaborar, de construir conocimiento de manera colectiva. Un usuario que comparte en las redes virtuales.

Frente al mito de que en Chile se lee cada vez menos, la experiencia de BiblioRedes y las bibliotecas públicas demuestra que cada vez es mayor la cantidad de información a la que acceden nuestros usuarios. Sucede que ello está ocurriendo, en buena medida, en un nuevo plano: el mundo digital. Entonces el desafío para quienes nos desempeñamos en la intersección entre la cultura y la tecnología, es que esos novedosos espacios de información y conocimiento se pueblen de nuestras identidades, que las comunidades locales de Chile vean en ellos vehículos para aumentar su capital social y su capital cultural.

No es el mero surgimiento de nuevos soportes: es la constitución de dinámicas y lógicas distintas en como la Humanidad construye sus visiones. Se trata de que nuestro país, con su diversidad y riqueza cultural, construya su identidad virtual, contribuyendo de esta manera con usos más profundos y sofisticados de la tecnología.

Sin duda, un eje relevante que la DIBAM, a través de BiblioRedes y otras iniciativas, espera aportar a la nueva Estrategia Digital de Chile que se está construyendo. Junto a ello, BiblioRedes seguirá colaborando con el desafío país de promover el acceso universal a Internet, para que el día de mañana todos los chilenos tengan acceso a Internet. Al mismo tiempo, contribuirá al desarrollo de las competencias digitales en la ciudadanía, la constitución de las comunas digitales y la llegada del gobierno electrónico a cada rincón del país. Cabe recordar que según cifras del año 2005 de la
Coordinación Nacional de Infocentros, en 1 de cada 3 comunas la biblioteca pública es el único punto de acceso comunitario y gratuito a Internet.

En 1541, Pedro de Gamboa, trazó por instrucciones de Pedro de Valdivia, el damero original de Santiago, poniendo en su centro la Plaza a la que se abre este Museo. Con esta fundación en el ancestral territorio picunche, nuestra historia entra en tensión. Estamos hoy, en el año 2007, ante las primeras líneas de los trazados en los territorios virtuales, territorios abiertos en los que pueden llegar a convivir culturas y cosmovisiones. Es misión de la nueva biblioteca pública que ese territorio se mantenga abierto a todos y todas.

No puedo terminar estas palabras sin expresar mi público agradecimiento a todas las personas que hacen posible BiblioRedes desde Visviri hasta Puerto Williams, en Isla de Pascua o Juan Fernández, en San Miguel o Puqueldón, desde una biblioteca pública, un laboratorio regional, una Coordinación Regional o desde la Coordinación Nacional. También un abrazo a todos los que en algún momento integraron este equipo, algunos de los cuales nos acompañan en esta ceremonia, así como a las familias de quienes forman nuestro equipo, quienes han “sufrido” en carne propia la entrega y compromiso de hacer de Chile un país con mayores niveles de inclusión digital. En lo personal, un reconocimiento a mi esposa, quien a estas alturas ya cree firmemente que la brecha digital es una excusa para evadir de vez en cuando mis responsabilidades familiares.

BiblioRedes ha sido, es y esperamos siga siendo, la obra colectiva de sus equipos humanos y sus usuarios. A todos, mi mayor agradecimiento.

25 de noviembre de 2007

¿Para qué más poder? (versión beta)

Yo quiero que todo el mundo tenga más poder, pero quiero que todo el mundo tenga más poder porque está dispuesto a aprender y está dispuesto a enseñar luego.
Esta es una de las ideas que David de Ugarte expresó en su intervención en el Evento Blog España, de la que hoy comparte una reflexión y un video. Con esa frase, David le da su personal sentido a lo que él denomina la Web 2.1, cuyas principales diferencias con la Web 2.0 son:
1. Promueve y entrega más posibilidades a los usuarios activos de la web, a partir de sistemas de creación de contenido en red: del gran repositorio de contenidos que es You Tube, al gran espacio de creación colectiva de Jumpcut, donde el valor no está en ver lo que otros subieron, sino en crear a partir de lo que otros han subido.
2. Genera una web más distribuida, donde a través de herramientas como feevy o mugshot, los nodos se conectan entre sí sin tener que pasar por un centro y, por lo tanto, evitando instancias de filtros. La Web 2.1 genera abundancia frente a una Web 2.0 en la que todavía sigue operando la lógica de la escasez (Wikipedia, su sistema de edición -en el que los bibliotecarios tienen un estatus y poder especial- y su pretensión de reunir todo el conocimiento en un solo espacio, en contraste al concepto de contextopedia que David promueve).
Más allá de la terminología (me siento más cómodo utilizando el ambigüo término Web social, ya que tiene un poder de autoexplicación que carecen Web 2.0, Web 2.1 ó Web 3.0), la reflexión de David con la que inicié esta entrada, me parece muy relevante en el contexto actual de BiblioRedes.
Estamos en la recta final de la definición de nuestro plan 2008-2010, en cuyo primer borrador hemos acuñado la siguiente misión:
Fomentar, con las Bibliotecas Públicas y desde Internet, la inclusión digital de las comunidades locales para que puedan construir y/o exponer sus culturas e identidades, generando nuevos espacios de participación, colaboración y expresión sociocultural.
Hacer de la Biblioteca Pública un espacio de inclusión digital significa, bajo este prisma -el de David-, un compromiso mutuo biblioteca-usuario, en el que éste devuelve lo recibido colaborando con la inclusión de otro usuario.
Hacer de la Biblioteca Pública un espacio de inclusión digital significa, bajo este prisma, una apuesta por aquellos servicios que no sólo permitan la construcción colaborativa de contenidos, sino la construcción de una ética de información distinta, basada en la ética hacker.
Hacer de la Biblioteca Pública un espacio de inclusión digital significa, bajo este prisma, potenciar su rol como lugar para la diversidad (aunque suene contradictorio, pues la biblioteca actual es y podría seguir siendo un centro que filtra elementos de la periferia, en muchas ocasiones más por falta de recursos que por una manifiesta voluntad de filtrar).
Hacer de la Biblioteca Pública un espacio de inclusión digital significa, bajo este prisma, abandonar la noción de repositorio de la creatividad de la comunidad, para convertirse en elemento dinamizador de esa creatividad.
Significa, en resumen, enfrentar la pregunta "¿Para qué más poder?" entregando a las personas y comunidades las claves para que definan la(s) mejor(es) respuesta(s). La Biblioteca Pública ya no como engranaje comunitario del poder, sino como generadora de poder.

22 de noviembre de 2007

Patrimonio cultural, tecnología y comunidad

Hoy participé en el IX Seminario sobre Patrimonio Cultural, organizado por la DIBAM. El eje central de esta versión del Seminario fueron los museos y su relación con la sociedad.

No obstante el Programa BiblioRedes tiene una relación bastante marginal con los museos, me invitaron a presentar nuestra experiencia en torno a los contenidos locales creados por los usuarios de las bibliotecas a través de nuestro portal. Compartí el panel con Juanita Paillalef, Directora del Museo Mapuche de Cañete, y María Isabel Orellana, Directora del Museo de la Educación Gabriela Mistral.

Mi presentación, junto con realizar una descripción general del trabajo de BiblioRedes en el ámbito de los contenidos locales, planteó una serie de interrogantes en torno a cómo la definición de patrimonio y el trabajo en torno a éste se ve impactada por las nuevas y mayores oportunidades de participación que la Web social entrega a las personas. Con poca originalidad, la titulé "¿Patrimonio 2.0?", aprovechando el cliché 2.0.

Las dos reflexiones que planteé son:

1. El trabajo en torno al patrimonio se ve impactado por la mayor participación que permite la nueva Red. Como describe Yochai Benkler, comportamientos relegados a la periferia durante la sociedad industrial, adquieren mayor relevancia ahora, y se hacen más importantes en los procesos de toma de decisión en las sociedades. Es la red distribuida que argumenta David de Ugarte, donde todos somos nodos. Es esta base la que potencia, a mi juicio, la labor de los proam definidos por Charles Leadbeater y Paul Miller.

2. El trabajo en torno al patrimonio también se ve impactado por los nuevos espacios y prácticas de participación que surgen en lo digital. Fenómenos como Wikipedia y Google, evidencian que estamos ante nuevas maneras de buscar información y construir conocimiento. Cuando buscamos en Google información sobre un bien, concepto o hito de valor patrimonial, es normal que entre los primeros resultados, aparezcan entradas de la Wikipedia. De esa manera, nuestro primer referente para esos significados patrimoniales es la propia comunidad. De esta forma, la autoridad del especialista se ve relegada a un segundo plano, por lo menos en cuanto a las primeras aproximaciones. Las personas comunes y corrientes son las que le están diciendo a otras personas comunes y corrientes lo que es patrimonio. Y esto se da en muy diversos ámbitos, ya sea mapeando los cráteres de Marte, georeferenciando contenido de valor cultural en Google Earth y participando en conversaciones globales a raíz de temas locales.

Entonces, una serie de preguntas de importancia para el futuro del patrimonio emergen: ¿Quién esta definiendo lo que es patrimonio? ¿Cómo se está definiendo lo que es patrimonio? ¿Cuándo se define lo que es patrimonio? En última instancia incluso, la propia definición de patrimonio es puesta en cuestión.


Una de nativos

El concepto de los nativos digitales es uno de los debates emergentes entorno a Internet y al futuro de nuestras sociedades. Su propia existencia, sus características demográficas y su comportamiento social y uso de la tecnología pueden determinar la dinámica social del futuro inmediato y el éxito o fracaso de estrategias políticas y educativas relacionadas con la integración de Internet como motor social y económico y con la promoción de actitudes creativas e innovadoras.
Así inicia Juan Freire una muy completa entrada en su blog, resumiendo distintos enfoques sobre las tipologías en torno a edad y usos de la tecnología. Imperdible, por la síntesis y por la cantidad de recursos a los que conecta.

21 de noviembre de 2007

¿Por qué blogueo? (1)

Me acabo de topar con esta frase en el blog de Kathy Gould, Directora del Distrito de Bibliotecas de Palos Verdes (California, Estados Unidos):

"How do I know what I think until I see what I've said?"

"¿Cómo sé yo lo que yo pienso mientras yo no vea lo que yo he dicho?". Según Kathy, la frase se la han atribuido tanto a Raymond Carver como a E.M. Forster.

Esta es una de las razones de Cadaunadas.

20 de noviembre de 2007

¿Esperas más de la Navidad?

Imagen 1: Portada de folleto publicitario que recibí de Banco Falabella la semana pasada, con la pregunta "¿Esperas más de la Navidad?"



Imagen 2: Interior del mismo folleto, donde se explicita que significa para Banco Falabella esperar más de la Navidad.



Dos alcances iniciales:

1. Soy agnóstico, por lo que para mí la Navidad no tiene el significado religioso que para el común de los chilenos tiene. No obstante entiendo y respeto que sea un hecho fundamental en la vida de todo cristiano.

2. No escribo esta entrada desde ninguna atalaya moral, ni me creo un ser éticamente superior a nadie. Tengo mis virtudes y defectos como todos, e intento ser lo más coherente posible con mis principios.

Mis comentarios sobre el folleto de Banco Falabella (que en realidad pueden ser extensibles a la mayor parte de la publicidad del comercio en estas fechas):

1. Los dueños del Banco Falabella, ¿son cristianos?

2. Si son cristianos los dueños del Banco Falabella, ¿van a misa?

3. Si son cristianos y van a misa los dueños del Banco Falabella, ¿confiesan sus pecados?

4. Si son cristianos, van a misa y confiesan sus pecados los dueños del Banco Falabella, ¿piden perdón por usar el nacimiento de Jesús para aumentar sus ingresos?

5. Finalmente, ¿qué esperan los dueños del Banco Falabella del nacimiento de Jesús?



19 de noviembre de 2007

Kindle y mis sentimientos encontrados

Kindle es el nombre de un nuevo servicio que Jeff Bezos, fundador de Amazon, acaba de anunciar. Como los últimos días he estado unplugged, me he topado con esta noticia a través de dos blogs que consulto con frecuencia (1 y 2), para finalmente caer en la nota publicada por Steven Levy en Newsweek.
Confieso -es la segunda confesión del día- que la lectura de la nota de Levy, más otros comentarios y reportajes que ya empiezan a abundar en la red sobre Kindle, me generan sentimientos encontrados, en especial cuando algunas voces enarbolan nuevamente la muerte del libro como soporte.
Mi desazón tiene como punto de partida, por un lado, mi cultura y formación libresca (uno de los últimos bastiones de mi condición de nativo no digital) y, por otro lado, mi profundo respeto por el rol jugado por el libro como vehículo de transmisión de cultura (sí, ya sé, el libro también ha transmitido barbarie). Pero estos argumentos (profundamente subjetivos) chocan con una serie de reflexiones:
1. Bezos ya demostró que cuando de libros se trata, algo conoce del negocio. Por lo tanto, que esté iniciando su exploración del soporte de la lectura ahora no debe ser arbitrario (de hecho incorpora las últimas innovaciones tecnológicas, que permiten superar las limitaciones de los primeros dispositivos).
2. En el artículo de Levy hay dos ideas sobre la lectura digital que me dejaron pensando. Primera idea. Bill Hill, el experto de Microsoft sobre e-reading señala que el navegador Explorer dejó de ser un navegador, y se ha convertido en un dispositivo lector. Traduciendo la cita indica que "la gente pasa un 20% del tiempo navegando en busca de información y un 80% leyendo la información encontrada. La transición ya ha ocurrido. Y no nos hemos dado cuenta" (esto aplica para cualquier navegador).
3. Segunda idea sacada del artículo de Levy. James Patterson, un novelista best-seller norteamericano, apunta que el romance con los libros de papel es de las generaciones mayores de 20 años. "Los que tienen 20 años o menos lo hacen todo en pantalla" (entonces la pregunta es: ¿queremos que lean más o que lean más libros?)
4. Cuando Kindle salga al mercado, el catálogo original disponible será de más de 88.000 títulos, y las principales editoriales de Estados Unidos estarán incorporadas. Es decir, pudiéramos estar ad portas de una verdadera revolución del negocio editorial.
5. Kindle no es un dispositivo, es un servicio. Estará conectado a Internet y el formato permite "suscribirse a libros" que los autores pueden editar y enriquecer en forma permanente. De hecho, plantea para los autores un nuevo escenario: de autoridad absoluta sobre el texto impreso a un "superusuario" que lidera una comunidad de lectores en torno a lo que escribe. La escritura y la lectura se transforman en actos colectivos, rescatando prácticas de la oralidad.
He evitado hacer juicios de valor en esta entrada (aunque la lectura de Cassany me sugiera que se deben haber colado por los cuatro costados). Mis sentimientos encontrados seguirán encontrados hasta nuevo aviso.

Planificando

Una de las razones de mi silencio virtual esta última semana ha sido el seminario interno de planificación estratégica de BiblioRedes, en el que todo el equipo directivo del Programa estuvimos casi tres días desconectados del mundo (casi literalmente), pensando nuestro futuro para el período 2008-2010. En próximas entradas compartiré algunas reflexiones que realizamos en común. Mientras tanto, levanto estas dos fotos de un taller que realizamos el primer día basado en el Juego Serio de Lego (más información sobre esta interesante metodología pueden consultar aquí o acá).

La primera foto muestra el proceso de construcción de la visión de BiblioRedes al 2010. La segunda es una versión apócrifa de Mr. Burns.

¿Quién es el rey que aparece en la segunda foto?

Fallas en el origen de un espárrago bipolar

Fuente de la fotografía

Desde que comenzara este blog, éste ha sido el período más largo sin escribir (casi una semana). Confieso que he sentido cierto temblor en mis manos, por momentos un sudor frío ha recorrido mi cuerpo. He tenido algunas preocupantes lagunas mentales y de mi habla (que tiende a ser ininteligible en condiciones normales) se ha apoderado una tímida pero incipiente tartamudez. , son todos síntomas de mi adicción, que se ha hecho evidente esta semana, en la que mi vida en el mundo real le ha dado un zarpazo a mi criatura virtual, como queriendo demostrar quien manda a quien (¿será ésta una muestra de una neonata bipolaridad?)...

O como dicen en la televisión cuando en pleno partido de la selección en el extranjero hay problema con la imagen: "Fallas en el origen de la transmisión". Y que los televidentes se vayan a freir espárragos...

13 de noviembre de 2007

Por la lectura crítica

Hace unos días terminé la lectura del libro Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea, de Daniel Cassany. Profesor de Análisis del Discurso en lengua catalana en la Universidad Pompeu Fabra, Cassany construye en su libro un híbrido entre manual para estudiantes universitarios o especialistas y ensayo en defensa de la lectura crítica. La lectura y la escritura no son sólo procesos lingüísticos o psicológicos: son, ante todo, prácticas socioculturales.
Leer exige descodificar la prosa y recuperar los implícitos, pero también darse cuenta del significado que cada comunidad otorga a una palabra. Puesto que la sociedad y la cultura evolucionan, también cambian los significados, el valor de cada palabra, de cada texto. Cambia nuestra manera de leer y escribir (p.10).
En la sociedad actual, Cassany identifica cuatro factores que están transformando cómo leemos: i) el avance de la democracia como sistema político a lo largo del mundo promueve el surgimiento de ciudadanos con capacidad para identificar la ideología detrás de cada discurso; ii) la globalización y el aprendizaje de otras lenguas nos permiten acceder a discursos en otros idiomas, enriqueciendo pero complejizando nuestra comprensión del mundo; iii) Internet y sus comunidades de usuarios, con discursos, roles, géneros de comunicación y jergas que alteran la comunicación tradicional; y iv) el progresivo posicionamiento del discurso científico por sobre otros generan nuevos tipos de lectura (o como el común de la gente accede a un conocimiento complejo a través de género como la divulgación científica).

El libro atraviesa estos cuatro factores con gran claridad, pero de especial interés me resultó el análisis que Cassany realiza de la lectura en Internet. Afirma Cassany:


En conjunto, la estructura hiper e intertextual convierte al escrito electrónico en un objeto comunicativo más abierto (porque admite actualizaciones continuadas), versátil (permite diversidad de itinerarios de lectura), interconectado (relacionado con el resto de la red) y significativo (multiplica sus posibilidades interpretativas) (p. 194).

Ello implica, entre otras cosas, que

Leer es tomar decisiones (p.228).

Nos vemos obligados, más que antes, a navegar con “timón crítico”, sobre la base de un desarrollada literacidad informativa (un sinónimo de alfabetización informacional o information literacy en el mundo anglosajón). En esta navegación se debe analizar la URL del recurso, sus parámetros básicos (autoría, propósito, fecha, usabilidad, etc.), el discurso implícito, su contenido, sus vínculos con otros recursos de Internet, sus visitas, entre otros elementos. La suma de ellos es lo que nos permitirá evaluar el recurso y poder aplicarlo para responder la necesidad de información que tenemos. Pero advierte Cassany:

Leer en la red es más complicado que en una biblioteca de ladrillo, donde basta con conocer el sistema universal de clasificación de los libros, o con preguntar al encargado. Ahora no hay encargado… y los sistemas de clasificación y búsqueda son primitivos e imperfectos… Tienes que sumergirte tú en la red, navegar, encontrar y evaluar… ¡No es nada fácil! Como dice un colega documentalista, para encontrar una perla ¡tienes que ser tú una perla! (p.232-233).

Leyendo Tras las líneas revaloro la militancia de cada palabra que escojo al escribir. Cadaunadas me ha llevado, con una intensidad que hacía tiempo no ocurría, a retomar una vieja afición: la de pensar escribiendo, que no es lo mismo que escribir pensando. Y en este ejercicio, no soy neutral: mis palabras dicen más de lo que quiero decir. Siempre lo he sabido: Cassany me lo refriega en la cara.