Por Felipe Contreras Haye (*)
El mes pasado fue un mes de mucho viaje, me tocó estar en Argentina, Panamá y Uruguay.
Son 3 países muy distintos, en su cultura, en su sistema político, en su desarrollo económico, en su estado de ánimo y en el arrojo hacia el futuro. No obstante a ello, los tres paises tienen algo en común, que nosotros, los chilenos NO tenemos.
Poco a poco empecé a mirar que era eso que me asombraba, algo había raro, algo hacían ellos muy bien.
Hasta que por fin fui dando el clavo.
Son libres y abiertos respecto de sus relaciones y contactos, a su vez, estas redes sociales son transitivas de otros a unos y unos a otros.
Esa era la diferencia !!
Ser abiertos en las relaciones, confiar en quien tienes al frente, darle velocidad a las conversaciones entre distintas personas, puede ser diferencial a la hora de competir de manera ágil y dinámica en un mundo global cada vez más plano.
Empecemos a mirar la situación.
Primera Lección: Confiemos primero.
Gran parte del viaje a Uruguay y Argentina, fue armado por la gentileza de los agregados culturales de ambos países en Chile. Ambas autoridades me recibieron semanas previas al viaje, me escucharon y organizaron las reuniones para que pudiese cumplir con mis propósitos. Quedé gratamente asombrado. Habían confiado en mi, en la institución que representaba y habían “ESCUCHADO” el proyecto por el cual me dirigía a sus países.
Pensaba en nosotros: Haber mandado a alguien a la reunión a que escuché a este señor para que después le trasmita al jefe en 1 minuto de que se trataba. Y acto seguido empezar a ver cuales podía ser las alternativas: TIEMPO PERDIDO
Segundo: No importa el rol, pero si el propósito.
Al conversar con ellos me quedo claro que no necesariamente lo que les pedía tenía que ver con el rol que ellos deben ejecutar. La misión de un agregado cultural es apoyar las extensiones de cultura de su país en el que ellos se encuentran, es decir, el trabajo de dichos agregados culturales es traer parte de la cultura de Argentina y Uruguay a Chile. Ergo, en la más pragmática no les correspondía en su rol apoyarme en la gestión en mi viaje, pero si coincidía con su propósito. Mejorar y articular buenas relaciones con los países vecinos.
Pensaba en nosotros y una de nuestras frases típicas…..”disculpa, pero yo no veo esos asuntos”.
Tercero: Dile que hablaste conmigo!!
Estaba en reunión en Panamá, la persona con la cual me encontraba sosteniendo la reunión al escuchar parte de lo que le contaba me dijo: “ Espérate, antes de seguir con tu punto, me gustaría que pudieses llamar a (FLDV), el es un gran conocido mío y estoy seguro que podrías apoyarlo en su misión”. Acto seguido, me hace anotar su nombre, mail y teléfono y proseguimos nuestra reunión.
Pensaba en nosotros: ¿Cuántos de nosotros andamos preocupados de ir generando articulación y conexión entre posibles partes interesadas?
Los Mercados son conversaciones. Las posibilidades también.
Los viajes fueron muy productivos, no porque llevásemos una agenda copada de compromisos, sino por el contrario, porque en cada conversación aparecían más y más reuniones y proyectos posibles. A Panamá fuimos a ejecutar un proyecto en particular. Sostuvimos 9 reuniones que no teníamos contempladas, y es muy posible que participemos en otros 3 proyectos. En Argentina fuimos a 4 reuniones, y en cada una de ellas aparecía un y otro contacto y posibilidad. En Uruguay, algo muy parecido, terminamos habando con una de las máximas autoridades de Educación.
Pensaba en nosotros: …Mmm, y como voy yo ahí…¿Qué puedo ganar de este encuentro ?
Que diferencia veo en Chile
En Chile veo una cultura muy distinta a la vista en los 3 países de los cuales les hablo.
No quiero juzgar si es mejor o peor, pero si creo que unos parecen estar decididos a avanzar más rápido que otros. Los otros pareciéramos ser nosotros: Los chilenos.
En Chile tenemos monopolios en nuestras relaciones, pensamos que son nuestras, y que si contacto a alguien con otro, puedo quedar fuera de la conversación. Somos un país que desconfiamos unos de otros. Nuestra desconfianza limita las conversaciones de valor mutuo que dos personas pueden agregarse.
Cuantas veces nos ha pasado que decimos: “yo lo conozco, déjame llamarlo para hacerte el contacto”. Porqué es necesario que hagamos tanto enredo para algo que es mucho más natural. Transitividad en las relaciones.
Dales el teléfono, déjalos conversar, déjalos emprender!!
Parte de los ghetos que tenemos, y parte de las diferencias que tenemos tienen que ver con esto, tenemos gente bien conectada e incapaz de hacer conversar a personas con intereses similares.
Hace algunos años, dado mi rol de asesor de Ministro, vi como mi lista de contactos creció al infinito, quien escribe fue una de las personas que antes describía, sólo el haber sido un guardián de la casta y un guerrero del pituto me hace hoy mirar la tontera en la cual estaba envuelto. Gracias a Dios soy joven y la lección (aunque a palos) la aprendí temprano.
A los pocos días de que me invitaran gentilmente a renunciar vi como muchos de mis “contactos” dejaban de contestarme el celular, vi como cierta gente trataba de no saludarme para que las nuevas autoridades (que me habían pedido la renuncia) no vieran que ellos eran cercanos míos. No debemos convertir nuestro ser, nuestras relaciones en una transacción humana. Le digo NO A LAS RELACIONES TRANSACCIONALES!!
Hoy día camino más libre, mi agenda de contactos es compartida, somos todos grandes y si alguna vez alguien te llama de parte mía, tu tendrás la suficiente claridad para ver si escuchas un posible futuro común, o la agenda ocupada de tu trabajo te hace postergar varias veces el encuentro. Créeme que si no viera posibilidades para ti, no mandaría a nadie a llamarte.
Creo en la relaciones honestas.
Creo en los propósitos comunes.
Creo en las personas.
Creo en los chilenos!!!
(*) Felipe Contreras es consultor en innovacion y emprendimiento, y autor del blog Al final de este viaje, qué dejamos.
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