A través del blog de Alejandro Barros conozco un reciente informe (junio 2007) elaborado por CompTIA en asociación con Nathan Associates y Sallstrom Consulting: Los Beneficios Económicos y Sociales del Uso de las TICs: Una Valoración y Guía de Políticas Para América Latina y el Caribe. En la entrada del 16 de septiembre del blog de Alejandro podrán encontrar un resumen del informe y un link de acceso al informe.
Por el nombre del informe, las expectativas previas a su lectura eran altas. Sin embargo, conforme fui avanzando en sus secciones, me fui dando cuenta que en la mayor parte de sus postulados recoge lugares comunes sobre tecnología, participación social y desarrollo que se encuentran, a mi juicio, en la base de la crisis del actual paradigma sobre este tema.
Donde más evidente es esta visión ya desfasada es en los siguientes aspectos:
1. La concepción de la brecha digital sigue amarrada fuertemente al componente material (computadores, conectividad). No debiera extrañar, toda vez que CompTIA es una asociación gremial que reúne a más de 22 mil empresas de tecnología computacional en el mundo. Su negocio es hasta ahora principalmente ese: vender computadores e instalar conectividad (si bien se están abriendo crecientemente un espacio de empresas centrada en desarrollos web que ponen el acento en los usos).
2. Por otro lado, cuando analiza la información de América Latina construye una serie de rankings en base a información que el mismo informe indica que no es comparable. El mejor ejemplo es la comparación de banda ancha en cada país. Chile sale primero en esta dimensión. Nuestro peculiar "barómetro de banda ancha" superó el millón de conexiones de banda ancha en diciembre de 2006, pero el 93% de esas conexiones a Internet eran inferiores a 1 Mb de velocidad de bajada. Entonces, la promesa de impacto de las tecnologías en el desarrollo económico que el informe releva está, como se sabe, sometido al cuello de botella de una banda ancha bien estrecha.
3. En la sección del informe dedicada al contenido local, su aproximación es también bastante clásica. Si bien menciona algunos ejemplos de participación ciudadana en la generación de los contenidos, en general el usuario de los contenidos es descrito como un sujeto pasivo para el cual hay que desarrollar contenidos que sean pertinentes para su realidad, sin asumir que él mismo puede ser la solución para esa necesidad. Que a estas alturas el concepto de UGC (User Generated Content, contenido generado por el usuario) no aparezca nítidamente en este tipo de informe parece, cuando menos, un aproximación miope.
En resumen, el título le quedó grande al informe.
Por el nombre del informe, las expectativas previas a su lectura eran altas. Sin embargo, conforme fui avanzando en sus secciones, me fui dando cuenta que en la mayor parte de sus postulados recoge lugares comunes sobre tecnología, participación social y desarrollo que se encuentran, a mi juicio, en la base de la crisis del actual paradigma sobre este tema.
Donde más evidente es esta visión ya desfasada es en los siguientes aspectos:
1. La concepción de la brecha digital sigue amarrada fuertemente al componente material (computadores, conectividad). No debiera extrañar, toda vez que CompTIA es una asociación gremial que reúne a más de 22 mil empresas de tecnología computacional en el mundo. Su negocio es hasta ahora principalmente ese: vender computadores e instalar conectividad (si bien se están abriendo crecientemente un espacio de empresas centrada en desarrollos web que ponen el acento en los usos).
2. Por otro lado, cuando analiza la información de América Latina construye una serie de rankings en base a información que el mismo informe indica que no es comparable. El mejor ejemplo es la comparación de banda ancha en cada país. Chile sale primero en esta dimensión. Nuestro peculiar "barómetro de banda ancha" superó el millón de conexiones de banda ancha en diciembre de 2006, pero el 93% de esas conexiones a Internet eran inferiores a 1 Mb de velocidad de bajada. Entonces, la promesa de impacto de las tecnologías en el desarrollo económico que el informe releva está, como se sabe, sometido al cuello de botella de una banda ancha bien estrecha.
3. En la sección del informe dedicada al contenido local, su aproximación es también bastante clásica. Si bien menciona algunos ejemplos de participación ciudadana en la generación de los contenidos, en general el usuario de los contenidos es descrito como un sujeto pasivo para el cual hay que desarrollar contenidos que sean pertinentes para su realidad, sin asumir que él mismo puede ser la solución para esa necesidad. Que a estas alturas el concepto de UGC (User Generated Content, contenido generado por el usuario) no aparezca nítidamente en este tipo de informe parece, cuando menos, un aproximación miope.
En resumen, el título le quedó grande al informe.
4 comentarios:
Estimado, no por obvio está demás recordarlo: las TICs, su comprensión, apropiación, difusión y desarrollo no es inocente y mucho menos una cuestión meramente técnica. Detrás de cada perspectiva acerca de las TICs hay una determinada (y seguramente muy compleja) interpretación del mundo, del mundo en términos de cómo se quiere transformar, conciente o inconcientemente. No digo que se trate de visiones necesariamente ideológicas (aunque en estricto rigor, se trata de eso). Las concepciones de mundo que todos tenemos no significan que entendamos TODO el mundo y que todos tengamos clarísimo cómo queremos que cambié (para que sea distinto o para que siga igual). Pero las partes que creemos comprender y que aspiramos a cambiar las proyectamos en nuestra vida y trabajo. En esos términos, las perspectivas acerca de las TICs seguramente son parte de ello. Sólo trata de imaginar aplicada en Chile la experiencia de Nueva Zelanda (y conste que esa experiencia no está llamada a revolucionar ese país). Sospecho que la mayoría de nuestra clase política no la aceptaría ni como experiencia piloto. Su cultura, su sentido de sociedad, su visión de mundo y de SU mundo no admite tal excentricidad democrática. Pero no todo está perdido, al menos en parte. Tu otra entrada, sobre la experiencia de la Biblioteca del Congreso de Chile indica que es posible abrir en las TICs espacios de participación e interacción ciudadana, aunque en éste caso funcionales a una determinada y predominante visión de mundo. Por otra parte, nótese que digo “abrir EN las TICs espacios de participación e interacción” y no que las TICs las abran. Quizás este es dilema de la Web 2.0. Como instrumento, es un aporte en el ámbito de las TICs. Sin embargo, para que efectivamente se constituya en un componente relevante de participación e interacción social, la Web 2.0 requiere lidiar con las propias TICs, en términos de que en ellas ya están instaladas determinadas concepciones y perspectivas societales (que no son inamovibles pero que son predominantes). Esto, que tiene un sabroso sabor de confrontación ideológica, no pasa por lo técnico, sino por la apropiación social de la Web 2.0. En definitiva, este es un problema que se resuelve en el mundo real y no en el virtual; mundo real en donde los más carenciados, hasta ahora, no cuentan con espacios propios de expresión, sino que a título de excepción (siempre se podrá poner algún ejemplo para afirmar que sí acontece, que sí se pueden expresar). Así las cosas, el desafío está sobre todo en la gente, en que efectivamente la puedan usar masiva y libremente. Y ese es un desafío que no es técnico, es social, aunque mucha libertad puede ser peligrosa.
Enzo,
Lo que me parece interesante de este estudio, más allá de que como dices puede tener deficiencias, es el primero en el que veo que alguien se moja con una función econométrica (pagina 10 y 11) PIB = f(TIC's) cosa que los economistas son muy reacios y hoy por hay hay una gran discusión si las TIC's impactan o no en el crecimiento de los países medidos por PIB
He tenido largas discusiones de este tema con economista y algo que a mi al menos me parece obvio según los expertos en el área no lo es ¿?
Alejandro, sí, efectivamente, ese es un punto a favor del informe. Pero al usar información poco estandarizada y que asume ciertos conceptos equivocados (la banda ancha que no es ancha, por ejemplo), pone en tela de juicio los resultados finales.
Muy tarde mi comentario, pero leí el informe en su momento (cuando Barros lo subió) y una vez más estoy completamente de acuerdo con Enzo Abbagliati en todo salvo en las expectativas que me hice del informe... eso porque para mi gusto, y con respecto a lo que he podido ver en Chile también viene siendo lugar común a estas alturas la autocomplacencia y el determinismo tecnológico que se esgrime a la hora de fundamentar y tomar acciones, las estrategias que se escriben y los resultados que se exponen...
Y claro, una cosa es el optimismo y la buena intención, aprovechar los contextos favorables para desarrollar agendas de políticas públicas inclusivas, pero partir de un determinismo tecnológico, para mi gusto es poco serio. Hay tantos informes, súper marcados por el financiamiento que tienen, que está bien conocerlos pero no quedarse en ellos, ni menos partir de ahí para hacer algo. De verdad, frases como 'que hay evidencias que las Tics traen desarrollo económico' (algo así dice el acuerdo que firmó economía con microsoft en uno de sus primeros párrafos) me parece terreno fértil para no llegar a nada, para hacer todo mal... no digo que no sea cierto, pero es por lo bajo polémico, y genera discusión porque no es tan claro que sea así... y en esa misma línea estoy leyendo ideas en el texto de la estrategia de desarrollo digital como 'que el gobierno electrónico enriquece la participación ciudadana'... Partir de afirmaciones así, en materias así, cuando se están marcando las pautas a nivel país así, sin ningún argumento de peso detrás, no me parece recomendable si queremos hacer las cosas bien.
Con respecto a la estrategia de desarrollo digital hay un avance, es cierto, se expone por un mes para recoger opiones y aportes. Pero convengamos en algo, no es tarea de los ciudadanos (en este caso un número bien reducido de ciudadanos, bastante marcados por educación, edad, ingresos y en menor medida, género) diseñar políticas públicas eficientes. Para eso empoderó a alguien para que lo haga y por cierto de buena fe quiere que lo haga bien
Claro la "ciudadanía toda" (heterogénea y compuesta por mucha más gente que la que se sube a Internet y navega por blogs) puede de buena fe participar cuando se abren espacios -que estoy segura se reconocen y agradecen- y si la pega de escuchar a la gente se hace bien, se podrán recoger muchas opiniones que enriquezcan y aporten, pero 'los ciudadanos todos' lidiando con nuestro día a día, puede que no tengamos el tiempo, capacidades o interés de gastar energía arreglando lo inarreglable que parte mal desde los supuestos primeros.
Entonces la idea sería ponerse serios y partir haciendo las cosas bien en las instancias correspondientes en los momentos correspondientes y abriendo todos los espacios de participación ciudadana posibles... así la cosa cambia...
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