24 de enero de 2008
Cerrado por vacaciones
17 de enero de 2008
Francia filtra Internet

Facebook es como tomar té, ¿o no?
Mientras deambulaba por Facebook, he empezado a detenerme en diversos análisis que en la red han ido apareciendo, desde aquellos que ven aplicaciones en el trabajo de las bibliotecas (1 y 2) hasta como se relacionan grupos humanos bajo determinadas condiciones, pasando por ácidas críticas que acusan a este servicio de ser una nueva expresión del neo-conservadurismo norteamericano, con torcidos términos de uso y política de privacidad de los datos de sus usuarios, o, derechamente, arman campañas contra el modelo de publicidad en la red montado por Facebook.
Tras un mes y medio “facebookeando”, sigo sin encontrarle gran valor a esta red. Quizá se deba a que no he sido un usuario aplicado que haya dedicado enormes cantidades de horas a “trabajar mi perfil” y en ese sentido haya replicado en este espacio mis patrones del mundo no-virtual. De hecho, mis 34 “amigos” son todos (menos una), personas que conozco del mundo no-virtual. Se da el caso, además, que la mayor parte de la gente que conozco (y casi todos los que efectivamente yo llamo amigos) no está en Facebook, por lo que mi actividad en este espacio me obliga a repensar que entiendo por la palabra amigo (o “friend”, para estar apegado a la todavía monolingüe red social) . Esa amiga “menos una” que mencioné es la única amistad 100% virtual, pero hasta ahora no ha pasado de “pokearme” e invitarme a ser su amigo. Let’s see how this relationship evolves!
Mucho intercambio lúdico (ositos van, ositos vienen, mordidas de vámpiros, y otras actitudes que quienes las realizan dudo las hagan fuera de Facebook). Eso no está mal, pero cuando en muchos casos es lo único que ocurre, o es la actitud predominante, me aburre.
El tema de la publicidad es un punto aparte. Más allá del escandaloso inicio de Beacon, me molesta lo invasivo y omnipresente de la publicidad. Incluso, hace unas semanas me llegó la invitación para hacerme amigo de un usuario de nombre Probe Yme Gusto. Confieso que ingenuamente pensé que debía ser un usuario de habla portuguesa (me sonaba a garotas y caipirinha el nombre), hasta que al hacer clic me dí cuenta que era un usuario ficticio, a través del cual Microsoft me estaba invitando a probar uno de sus productos nuevos. Vale decir, la publicidad disfrazada de amistad (¿= amistad prostituida?).
Sé que no es el objetivo de sus creadores, que la definen ya en la interfaz de presentación como “una aplicación social que te conecta con la gente alrededor tuyo” (¿requiero de “una aplicación social” para conectarme “con la gente alrededor” mío?), pero en lo personal sólo le encontraré sentido si logra convertirse en un espacio movilizador de ideas y personas. ¿Qué cosas interesantes tiene en esta perspectiva? Los “grupos”, las “causas” y algunas aplicaciones que permiten hacer enlaces interesantes con otras herramientas (un buen ejemplo es Luis Ramírez quien combina blog + twitter + facebook para generar audiencia para los temas que él discute en la blogosfera).
Sin embargo, donde creo que puede estar el mayor potencial de Facebook (y asumo que en otras redes similares) es en ese "estar a un clic de distancia de personas a las que en el mundo real nos costaría más de un clic llegar". Ese tipo de conexión es sin duda menos intensa y profunda que la que establecemos con las personas en el mundo no-virtual, pero no por ella menos valiosa en determinados contextos.
sits down and has tea with the head of other navies it is often the first time that they've met. He hopes that by participating in activities together over the years, the younger officers of today will develop lifelong friendships with their counterparts. Then, when they sit down for that cup of tea, they are not sitting down for the first time, but are talking as friends. He believes that if we do that the problems of the world, the issues that we face, will be much easier solved than they are today.
se sienta y se sirve té con los jefes de otras armadas es normalmente la primera vez que se encuentran. El espera que participando en actividades juntos a lo largo de los años, los hoy jóvenes oficiales desarrollarán amistades duraderas con sus contrapartes. Entonces, cuando se siente a tomar una taza de té, no se estarán sentando por primera vez, sino que estarán hablando como amigos. El cree que si hacemos eso con los problemas del mundo, los temas que enfrentamos serán resueltos mucho más fácilmente que como lo hacemos hoy.
15 de enero de 2008
Una ruta para conocer la Biblioteca 2.0
14 de enero de 2008
Suerte Elinett
10 de enero de 2008
Twitter según Juan Freire (y un tuitero local)

Debo confesar que yo mismo (mi twitter) comencé a usarlo en marzo de 2007 como un absoluto escéptico. Me comportaba como un voyeur que no encontraba razones ni interés para publicar textos cortos y me limitaba a leer a mis contactos cuando regresaba a su web cada cierto tiempo (al principio semanas, después días). Pero, poco a poco, mi interés fue creciendo, descubrí usuarios (muchos ya viejos conocidos, otros no) que hacían usos intensivos e innovadores y empecé a experimentar con la publicación de mensajes, miniposts o twetts. Ahora, sin ser un usuario compulsivo, sí lo utilizo de modo cotidiano por muchas y diversas razones. Pero, sobre todo, por una razón que podríamos considerar psicológica, similar a la que nos anima a relacionarnos con nuestros amigos en el mundo analógico. Dedicar cierto tiempo a cultivar relaciones y amistades, charlando con amigos y conocidos (e incluso con perfectos desconocidos) aunque no obtengamos una utilidad inmediata y directa, es una parte esencial de nuestro comportamiento.
No consideramos esta conducta una pérdida de tiempo en los espacios analógicos, pero seguimos siendo reticentes a aceptarlo en los entornos digitales. Pero, en ambos espacios, la interacción social casual, corta y sin objetivos inmediatos es una necesidad psicológica que ayuda a mantener nuestro entorno social, algo imprescindible para nuestro bienestar. Por eso, Twitter es algo más (o diferente) a un nuevo modelo de comunicación digital que ha evolucionado desde los blogs. Podríamos considerarlo como una herramienta low tech de realidad aumentada, dado que permite ampliar nuestro comportamiento analógico cotidiano a Internet de un modo sencillo.
4 de enero de 2008
Estrategia de Desarrollo Digital de Chile (2): El debate en los blogs
De todo lo que he leído en estos dos días, creo que lo más representativo es:
- Leo Prieto con su cobertura a la distancia en Presidenta Bachelet presenta Estrategia Digital 2007-2012
- Luís Ramírez con su reflexión en Lanzamiento de la Estrategia Digital 2008-2012: ¿Despertando de la Narcolepsia?
- Sushi Knigths con su recuento y preguntas en Estrategia Digital 2007 - 2012 Presentación en la moneda de la…
- Liberación Digital con su visión en Estrategia Digital 2008-2012.
- Luis Sepúlveda y su Estrategia Digital 2007-2012: PLOP!!
Les sugiero leer cada una de estos posts y los comentarios que han recibido (que en el caso de Leo Prieto en FayerWayer llegaba ya a los 150 al momento de publicar esta entrada). Háganse su opinión. La mía no es buena.
Si bien puedo encontrar elementos interesantes en algunas de las entradas y unos pocos comentarios, me parece que el debate (si es que puede definirse como tal, ya que por momentos parece un simple ejercicio de bullying blogocósico) mantiene, hasta ahora, un promedio mediocre (no le da para el 4).
Algunas reflexiones sobre la reacción blogosférica:
1. Hay mucha pataleta. Algo así como “no escribieron lo que les envíe y por lo tanto todo el documento hay que tirarlo a la basura”.
2. Se confunden los términos. Adscribo a lo que indica Marco Antonio Zúñiga en el comentario a Liberación Digital. Además, las políticas públicas deben juzgarse por cómo definen el problema que enfrentan y las soluciones que proponen, no por otros elementos ni por si está hecha a mi pinta. Más en políticas que, como ésta, deben hacerse cargo de visiones e intereses que en ocasiones son distantes. Cabe recordar, además, que la Estrategia es la política, y el PENTIC es el plan operativo, y a cada cual se le debe exigir lo que corresponde.
3. El “ego-blogo-centrismo” vive permanentemente refundando el mundo. Se desconocen (ni se mencionan en muchos casos) los logros alcanzados desde los 90 y durante esta década, y que son el punto de partida de la Estrategia. Por ejemplo (y me disculparán la autoreferencia), BiblioRedes es algo real y concreto (y que ha recibido este premio, este reconocimiento y esta distinción fuera de nuestras fronteras). Y así hay múltiples iniciativas en el sector público.
4. Como extensión del punto anterior, se cae en la burda descalificación de todos los que desde el sector público trabajamos en este ámbito. Todos valemos nada, y somos ineptos y sólo sabemos malgastar la plata de todos los chilenos. En lo personal no me molesta ese descriterio, ya que sería como creer que toda la sociedad civil es terrorista porque algunos de sus grupos utilicen la violencia para alcanzar sus postulados, o que todo el sector privado es corrupto porque algún empresario haya sobornado a un funcionario público. Pero si me molesta cuando quien emite ese juicio no se da cuenta que en la biblioteca pública de cualquier lugar de Chile hay un servidor público que, en muchas ocasiones, por el sueldo mínimo está todos los días combatiendo con compromiso y eficiencia la brecha digital. Es una falta de respeto difícil de tragar.
5. Estoy convencido de que el ciberactivismo vende mejor con respeto. En caso contrario, las causas (por muy loables que sean) se debilitan. Es difícil conversar cuando tu interlocutor parte insultando. Una cosa es tener el convencimiento de que quienes estamos en el servicio público debemos dar cuenta de nuestros actos a los ciudadanos, y otra cosa es el ninguneo. En eso, la blogosfera chilena tiene mucho que aprender aún: la oportunidad es validarse cada vez más como medio para levantar propuestas ciudadanas y fiscalizar el funcionamiento del Estado.
Hace apenas unos meses levanté Cadaunadas. Lo hice porque la blogosfera es un espacio donde se están discutiendo los temas que a mí me interesan, aquellos a través de los cuales he tenido hasta ahora la oportunidad de contribuir con humildad al desarrollo de mi país. Creo que el potencial de esta conversación es enorme, pero ese potencial sólo será realidad si quienes en ella participamos hacemos que la reflexión pase de la “wea” a la propuesta.
Estrategia de Desarrollo Digital de Chile (1): La Política
1. La Estrategia en sí misma. Contar con una política definida en este ámbito, ya es un avance fundamental, aun cuando en su formulación en diversos ámbitos plantee la necesidad de conformar grupos de trabajo que estudien y definan las mejores alternativas de acción para esos ámbitos. Quienes critican que se han perdido dos años tiene razón, pero no se puede desconocer que la Estrategia entrega una carta de navegación. Quienes estamos desde el gobierno anterior trabajando en el sector público en programas y proyectos para atacar la brecha digital (en mi caso, desde mayo del año 2000), también nos vimos afectados en nuestro quehacer por carecer del paraguas de política que ahora entrega la Estrategia. Nuestras iniciativas han seguido avanzando, pero con un debilitamiento evidente de las instancias de coordinación, perdiendo oportunidades para maximizar nuestro impacto. La Estrategia es, por tanto, terreno propicio para reorganizarnos y coordinarnos.
2. El plazo que plantea (al 2012) es una apuesta, pero una apuesta correcta. Si la Estrategia se define como una política de Estado, es importante que sea independiente de los gobiernos. Tengo claro que en la medida que en sus dos primeros años de ejecución (2008-2009) no avance de forma significativa, sus posibilidades de consolidación en el próximo gobierno son menores. En este sentido, especialmente acertado creo que es el foco en la institucionalidad, quizá uno de las causas principales del escaso avance tenido en los años 2006-2007. Por ello, la sustentabilidad de esta política pasa por dotarla de manera temprana de las estructuras de gestión política y técnica que requiere. Acá la activación y periodicidad en el trabajo de los grupos temáticos debieran garantizar, por un lado, la adecuada participación de todos los sectores interesados y, por otro lado, que todos los actores se apropien de la Estrategia.
3. En los temas que me son de mayor interés, hay ciertos cambios de enfoques que van en la dirección correcta. Destaco que se tiende hacia el desarrollo de competencias digitales en la ciudadanía, en reemplazo del concepto más limitado de alfabetización digital. En esto la Estrategia recogió, si bien no en forma completa, la propuesta que el grupo en que participé hiciera en octubre pasado. A través del PENTIC habrá espacio para perfeccionar este nuevo enfoque, y darle mayor profundidad al desarrollo del componente. Por otro lado, asume la necesidad de contar con centros de acceso comunitario a Internet (bibliotecas públicas, telecentros, etc.) como actores de la política de acceso universal. No es trivial que se hable de una “red consolidada” como objetivo, ya que la fragilidad en la que operan muchos de los puntos de la red actual no se condice con el aporte cotidiano que hacen al entregar acceso a Internet y capacitar a los chilenos de menores recursos.
4. En lo que respecta a educación, la Estrategia presenta un nivel de detalle muy superior al de otros ámbitos, y compromete acciones y metas concretas. No me cabe duda que su implementación en el quinquenio transformará cómo la tecnología es usada para una mayor calidad en el sistema de educación pública y particular subvencionada de Chile. La pregunta pendiente es si será posible sumarle en el futuro otras acciones, como la que propone la campaña Un Computador por Niño, en el caso de que las experiencias que están germinando en otros países demuestren el impacto masivo que el modelo promete.
1 de enero de 2008
2008: ¿El año de qué China?

¿Será Berlín o Seúl? ¿Asistiremos como en Berlín en 1938 al triunfo de un Partido peligroso para su pueblo y para el mundo? ¿O, según el modelo de Seúl en 1988, veremos que se ha concedido a todos los chinos el derecho a la libre expresión?