Con el libro está pasando como con los padres, o como con la autoridad en general: a veces hay que matarlos simbólicamente (o en forma real) porque es la única manera de avanzar.
Si queremos hacer de nuestros países, sociedades más lectoras, ya va siendo hora que reconozcamos que en un mundo que avanza hacia la hiperconexión, la lectura está ocurriendo en múltiples soportes y formatos. Sin embargo, cuando se miden los índices de lectura, las preguntas siguen siendo -en casi todos los estudios- las mismas: ¿cuántos libros ha leído usted en el último tiempo? A veces, se incorpora la pregunta por la lectura de periódicos y revistas, pero no faltan los puristas que fruncen el ceño porque esa es una "lectura de segundo nivel".
Seguimos pensando en nuestras sociedades como sí en el último medio siglo no hubiera ocurrido nada. Gutenberg nos gobierna, o mejor dicho, gobierna a algunos y algunas, que en muchas ocasiones están en ámbitos que deciden. Mientras, los escurridizos lectores de los tiempos que corren, esos mutantes que describió Baricco, ya están migrando a las nuevos territorios de la lectura, territorios por cierto que a una manera de entender el "negocio de la lectura" (así, en singular, porque el negocio es un monopolio del soporte) le son extraños y los combate desde el temor de la ignorancia.
Yo, por mi parte, apuesto a un ecosistema de las lecturas, uno que ya existe -quizá siempre existió, pero la hegemonía del libro lo escondió por demasiado tiempo. Donde lo importante sea leer, sobre todo desarrollar el gusto por la lectura, más que el hábito (palabreja que suena a rutina y aburrimiento). Que lean. En libros, celulares, computadores, paredes, revistas, en botellas, papeles sueltos, en todos los elementos de la vida cotidiana, porque leer no es el acto mecánico de leer un libro, es aprender a leer el mundo. El mundo no se imprime, el mundo nos rodea y lo habitamos.
Gutenberg mató a los monjes escribas medievales y cambió el curso de la historia para siempre. Las democracias modernas (no la ateniense) no se entienden sin el libro o la prensa. En realidad, sin un sistema de difusión masiva y de bajo costo para hacer circular la información -pilar del poder- que permitiera a muchos pensar y tomar las decisiones que impactan en su vida. Todos tienen derecho a leer, todos tienen derecho a pensar. Y quien tenga alguna barrera, que la lectura se adapte a él o ella, y no que él o ella deba adaptarse a la lectura.
Liberemos la lectura del libro, entendamos que no hay lecturas de primer o segundo nivel, que -parafraseando a Ranganathan- toda lectura tiene su lector y cada lector su lectura.
Estoy seguro que cuando la lectura pueble esos nuevos territorios que ya habitan los lectores, o cuando reconozcamos que eso ya está ocurriendo, una nueva revolución se desatará (quizá ya se desató y estas líneas son una crónica necrológica). Cuando eso pase, yo no espero estar del lado de los nuevos monjes medievales.
24 comentarios:
Buena entrada Enzo. Acá se cruzan varios niveles.
El del soporte y los modelos de negocio asociados al consumo de contenidos. Tras toda la excitación fetichista en torno al Ipad esta la pregunta acerca de si se masificaran los dispositivos que permitan matar al libro sin matar con eso 7,000 años de literatura.
El del lector pasivo versus creador. A mi cuando chico me retaban en la biblioteca por devolver los libros subrayados o con anotaciones, pero a los nativos d. esa restricción les parece prehistórica. Cada día es mas frecuente que un lector sea a la vez un productor de ideas en algún formato. Hace 25 años, o incluso 15, hacer una revista era una cosa titánica y cara. Ser productor de contenidos costaba sangre, sudor, lagrimas y lucas.
Y finalmente la asunción de que el mundo de la palabra escrita tiene un muro que la separa de los formatos sonoros y audiovisuales. Junto con matar el libro, estamos matando la tele y la radio como la conocimos. Bien por eso.
Si hablamos de lectura y no de libro, la multiplicidad de soportes se da desde mucho antes de Gutenberg. Ya que la humanidad ha plasmado su historia y sus saberes de variadas formas, pictóricas, ideográmas, corporales, orales, etc. Si matamos al libro para que se múltipliquen las lecturas, no caigamos en la construcción de un nuevo fetiche.
Ahora bien, es muy cierto que hoy más que nunca esos nuevos soportes y lenguajes son más visibles que nunca, pero aun no al alcance de todos. Como con los monjes y el mismo Gutenberg.
Esperemos que se validen muchas lecturas y muchos soportes, sin contribuir en la construcción de un nuevo fetiche que solo estimula una industria cultural o comunicacional.
De acuerdo con Floro en que acá se cruzan varios niveles. Y todavía me desconcetra aquel comentario de ese tal Andrade que me dijo que el libro como objeto es popular solo desde el decimonono (me jodió). En literatura es un lugar común decir que "la novela es un genero burgués" una frase fácil de repetir pero que cuesta entenderla en su total sentido. Y creo hace en último término relación con "la venganza de la lectura" y la consecuente muerte del libro; como objeto.
En pocas palabras mientras vivamos supeditados por el actuál modo de producción y las relaciones se den sobre la base de la venta de la fz de trabajo (propietarios proletarios), la lectura se va a ver circunscrita al libro, la lectura clásica y de los clasicos por supuesto, no aquella lectura que decodifica geoglifos, lineas de la mano, graffitis, titulares de periódicos, etc.
Lo siento amigo Enzo, el libro al parecer tiene para rato, aunque la lectura clame venganza, no se la escuchará en esta etapa de desarrollo de los medios de producción.
La lectura de la literatura que es por la que abogamos (o por lo menos abogo yo) es parte del alma de la burguesía, de la mejor burguesía, aquella que comenzó la democratización del saber, que generó capital producto de su trabajo, y que espera mañana ceder su cultura, sus hábitos (y de acuerdo parece de monje esta palabra) a una nueva clase social mas equitativa, sensible y "civilizada".
Alejandro Pérez
Excelente reflexión, la comparto totalmente, en la medida que quitemos a la lectura una pose intelectual y entendamos que "leer" no se centra sólo al mundo del libro y que esta actividad es más diversa será más sencillo enfrentar programas de lectura.
Ahora que leo este post, recuerdo además un video (perdón por no tener el dato completo) en YouTube donde estudiantes estadounidenses presentan estadísticas de los perfiles, mensajes de texto, blogs, ligas en Twitter que leen diarianente; quizá si los promotores de lectura vieran estas "otras" estadísticas, se nos irían de espaldas al darse cuenta que deben enfrentar la lectura de una forma distinta.
Messer Cadaunante usté plantea algo que (quizá no con las mismas palabras) he tratado de explicar desde hace un tiempo y me alegra porque con esto pude ordenar mis ideas, asi que se lo agradezco de entrada.
sin embargo tengo la sensación de que es un arma de doble filo, porque si bien la lectura sobrepasa al libro, el acceso a contenidos de calidad tiene muy poco filtro, asi que un neófito tiene a caer en lugares donde lee puras pescás.
qué propongo? el llenar la web con contenido de calidad y promocionarlo como tal, eso va a democratizar un poco el acceso a la cultura (al nivel que desgraciadamente un libro no lo hace, por todo este cuento medio snob y seudo intelectual que desgraciadamente hay detrás).
si somos partícipes de la creación de contenidos en la web, es nuestra responsabilidad el poder enseñar y generar contenidos de la mejor calidad posible.
y gratis ah? no sean pillos
Asumo que el título de tu post es una provocación. Parece obvio que no es al libro al que hay que “matar”, sino a una determinada y nada inocente construcción acerca del libro como valor de erudición, detrás de la cual se encuentra un complejo entramado de intereses (desde el Estado hasta las editoriales, pasando por lo escritores) y todo un sistema simbólico que legitima la lectura de libros como la suprema expresión del acceso al conocimiento y la creación. Contra estos intereses y contra este sistema simbólico colisiona el “mundo que avanza hacia la hiperconexión”. Ahora bien, aunque suscribo aquello de que hay que separar la lectura del libro, me pregunto si los militantes del “mundo que avanza hacia la hiperconexión” no tienen pendiente desarrollar un discurso acerca de la lectura que también se separe de la hiperconexión.
@Floro, la desaparición de la frontera entre creador y lector es parte de estos nuevos territorios, ya que permite que emerja un flujo de creatividad que nunca dejó de existir pero que no podía franquear los altos costos de pasar a imprenta.
Y 100% de acuerdo con aquello de que junto con el libro, estamos matando la tele y la radio como la conocíamos. Sin embargo, tengo la percepción de que el "mundo del libro" es el más reacio a reconocer este cambio.
@pandrade, si lees mi entrada, lejos estoy de querer un nuevo fetiche. De hecho, cuando hablo de ecosistema de la lectura, incluyo al libro, al que -en su formato actual o mutado en ebook- le auguro un porvenir brillante. Y no es broma. Pero un porvenir donde debiera ser un par entre otros soportes.
@Alejandro, como le digo a @pandrade: no dudo en la larga vida que le queda al libro. Mi voluntad de asesinar al libro es más simbólica que real (escribo estas palabras en un escritorio lleno de ellos). Pero no por ello debemos dejar de explorar otros soportes de lectura. De hecho, creo que flaco favor le hacemos a las nuevas generaciones si seguimor forzando la relación libro-lectura como si fueran sinónimos. Afilando aún más mi provocación, podríamos decir que el libro es un etapa en la historia de la lectura, un etapa relevante, pero etapa después de todo. Y como buena etapa, condenada a ser superada.
@uvejota, el video al que aludes creo que es de Wesch: http://www.youtube.com/watch?v=dGCJ46vyR9o
Te recomiendo leer "Los Bárbaros" de Alessandro Baricco. Describe al nuevo lector, a ese que los programas de fomento lector no reconocen.
@Danilo, sin duda que la calidad es un problema cuando abundan los contenidos. Pero cada vez creo más en los procesos colectivos de selección: la labor de un editor bien puede ser realizadas por todos nosotros de manera descentralizada, destacando los buenos contenidos.
@Ricardo, comparto lo que dices: falta desarrollar el discurso sobre la lectura en estos tiempos. La idea de matar el libro y hablar de ecosistema precisamente apunta a eso, a generar conversación sobre la necesidad de poner en el centro el proceso (la lectura) y no los medios (los soportes, sean cual sean). Este ecosistema existe desde mucho antes que la hiperconexión, como bien apunta @pandrade, pero fue desligitimado por ese discurso de la lectura que entronizó al libro como La Lectura.
Sospecho que desarrollar el discurso sobre la lectura “en estos tiempos” no da cuenta de la necesidad de separar la lectura de la hiperconexión. Ésta tiene de hecho una legitimidad en distintos ámbitos, donde la lectura es un ámbito más, y no el más relevante ni el más legitimado. Tengo la impresión que el discurso y la legitimidad de la hiperconexión (que es por lo demás nada inocente) contribuyen a invisibilizar y subordinar a las nuevas formas de leer dentro de ella. De alguna manera estas nuevas prácticas de lecturas terminan secuestradas por el discurso (y la legitimidad) de eso que se llama hiperconexión. De allí que creo que el discurso sobre la lectura en estos tiempos pasa por separarlo de la hiperconexión.
Para @Danilo:
Sin embargo, la calidad no es exclusiva del libro y que el contenido esté impreso tampoco la garantiza. Se me viene a la mente un ejemplo claro, en México existió un boom
de lectores de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, libros y libros de este señor vendidos y, te puedo garantizar que el contenido no era el mejor. Así que un lector neófito se enfrentará a este problema sea el medio y el soporte que sea, aquí coincido una vez más con Enzo y con la segunda parte de tu comentario: abogar y
aportar de forma colaborativa con contenidos de
calidad.
Yo sigo insistiendo que "desacralizar", "desintelectualizar" (si se permite el término) y entender que la lectura va más allá del libro y que éste es un valioso actor en el ecosistema del que se habla en el blog, es un inicio; al mismo tiempo se hace necesario "desmitificar" la falta de calidad de los contenidos en otros soportes.
Don Enzo, muchas gracias por el dato. Lo consigo, lo leo y en la primera oportunidad lo comento.
@Ricardo, plenamente de acuerdo con lo que planteas. Para no repetir la trampa del libro, conviene que el discurso de la lectura tome distancia de todos sus soportes y espacios. Si insisto en lo de la hiperconexión es por el surgimiento de soportes inéditos, que ha cobrado una súbita relevancia como intermediarios entre lector y lectura. Pero, como bien dices, no son intermediarios inocentes.
Esto me recuerda un seminario de Pisa el año pasado, donde los datos mostraban que los alumnos habían mejorado en comprensión lectora, como no habían variables intervinientes; la respuesta era que mejoraban por el uso de otros canales de lectura
Totalmente de acuerdo Enzo. Pero creo que si bien no debemos despreciar la lectura de todo nivel, es bueno tener cuidado y no sobresimplificar el asunto, toda vez que no es lo mismo una lectura dirigida como parte de un programa educativo que la lectura de noticias en LUN.
El ejemplo que pongo puede ser un poco extremo, pero en estos tiempos en que la educación sufre tanto deterioro por estar en la cama con el lucro, no es necesario darle argumentos a los proclives al lucro para promover un tipo de lectura en desmedro de otra. Vale decir: cuando viene el momento de disponer fondos públicos, no es lo mismo invertir una misma cantidad en subvencionar medios de entretención que en subvencionar medios para la educación.
Ahora bien, no olvidar que el libro a estas alturas no es un soporte sino un concepto, más asociado al formato del mensaje que al medio físico. Los libros tienen para rato como bien propone el anónimo, pero el papel no.
Es fácil obnubilarse con la tecnología, quizás el rol de quienes amamos el conocimiento es reforzar los conceptos que faciliten la masificación del acceso a los conocimientos con la tecnología, cuidando que eso no se pierda en el contexto del voraz intento de modificar el consumo pagado de cualquier cosa, que no es lo mismo.
Los dueños de los nuevos medios están haciendo un gran esfuerzo en este sentido, y a diferencia de viejos medios, que combinaban el soporte con la información (ejemplo: diarios), los nuevos medios son desagregados: al proveedor de acceso a Internet (uno de los mayores negocios del mundo de hoy es la telecomunicación) no le interesa si consumimos LUN o consumimos Shakespeare, se rige por las frías leyes corporativas y si LUN le sale más barato será su opción subvencionar LUN y no los contenidos educativos.
La solución para este fenómeno puede ser subvencionar y masificar el acceso a aquellos contenidos cuya orientación es más educativa, científica y artística y en ningún caso subvencionar el acceso a la cultura farandulera y opiácea. El que quiere leer LUN que pague por el acceso, el que quiere Wikipedia no. Eso pasa por no olvidar esa diferencia.
Parafraseando a Nietzche:
"¡Será posible! ¡Este viejo santo en su bosque no ha oído todavía nada de que el Libro ha muerto!"
El otro día en el metro estaba al lado de dos jóvenes, no pude dejar de escuchar su conversación,
uno de ellos al parecer estudiaba computación y el otro parecía trabajar en un laboratorio, o algo similar.
Me llamó la atención porque el segundo estaba muy interesado en aprender Access, porque le habían comentado que "ordenaba toda la información",
y en su laboratorio parece que era una necesidad apremiante, para ahorrar el tiempo que perdían buscando los papeles.
El que estudiaba computación finalmente le aconseja buscar en internet,puesto que allí podía encontrar muchos manuales con los quecuales se puede
aprender access. La respuesta de su amigo fue: "¿y se entienden esas wevás?". :)
Una vez le entregué un libro, que considero fundamental para un desarrollador
("La practica de la programación" de Brian Kernighan) a un joven estudiante de ingeniería informática,
porque me dijo que tenía ganas aprender más, y mejorar en la programación, cuando pasaron los meses
y se lo pedí de vuelta le pregunté qué tal le había ido con el libro, "no entendí mucho", fue su
decepcionante comentario mientras lo sacaba del cajón de su escritorio, tengo la sospecha que ni siquiera lo abrió.
El libro ha muerto hace rato, son las personas que están preocupadas de fomentar la lectura que no se han dado cuenta de eso.
Los nuevos formatos pueden ser útiles, pero y si "esas wevás no se entienden", de que van a servir?
Muchos dicen que es necesario que la gente sepa leer y comprender lo que lee,
porque así puede lograr un mejor desempeño, esto es importante se nos dice, por ejemplo para los
que desempeñan labores técnicas, pues deben leer manuales para poder ejecutar sus tareas.
Hay una interesante historia que muestra que es posible
lograr que personas analfabetas ejecuten labores técnicas de alta precisión,
y en corto plazo: http://www.lnds.net/blog/2009/11/las-tecnicas-de-dreystadt.html
Así que no sólo estoy de acuerdo, de verdad creo que el libro ya murió, que nunca tuvo mucha vida, porque
siempre ha sido el privilegio de unos pcoso, de los burgueses como se ha comentado en este mismo lugar.
Ha sido un mecanismo de educación, y de cultura, sí es verdad, pero también es cierto que la gran mayoría
de las personas han vivido, la mayor parte de la historia, sin un libro en sus manos.
Se pueden lograr muchas cosas, sin necesidad de libros.
Claro, el libro tiene algo especial, porque el libro es peligroso, por algo se le quema, se le destruye, se le encarece,
se le aisla de la gente, porque el libro es un arma peligrosa. Para instruir, y lograr que la gente haga cosas no necesitamos
al libro, con la televisión, y con la internet, vista como una extensión de la tv, como se pretende que sea, nos basta.
Asi que mejor que el libro esté muerto, y bien muerto, así tenemos un peligro menos, con videos, y el algoritmo
adecuado podemos lograr que los analfabetos sean productivos (como lo hizo Dreystadt con esas negras analfabetas).
Todos tienen derecho a leer, porque todos tienen derecho a pensar.
¿Pero cuando tengan ese derecho, tendrán la voluntad, y la capacidad
para ejercer ese derecho?
¿De que sirve un derecho si no se tiene la capacidad o la voluntad para ejercerlo?
Ese es nuestro deber, fomentar las capacidades y lograr que la gente tenga la voluntad de ejercer
sus derechos, porque entiende el beneficio que se obtiene de ese ejercicio de su voluntad.
Que la gente tenga la capacidad de pensar, ese es el desafío, que tengan las ganas, la voluntad
de crecer como personas. Mediante la lectura es una manera, pero hay otras, demos acceso, pero eso
no es suficiente, enseñemos el valor detrás de las tecnologías y sus usos. Enseñemos a pensar,
a desarrollar esa capacidad.
para @uvejota
si, estamos deacuerdo que quizá no haya también contenido de calidad en muchos libros también pero al menos hay filtros, al menos pasa por un editor y una serie de trámites y revisiones antes de salir. la web es pura pulpa, con pepas y cáscara, hasta con pedacitos de mugre incluídos.
el filtro cero me asusta un poco, asi que mejor educar no?
les cuento algo chistoso? yo mismo me he visto abriendo un diario o un libro y haciendo mentalmente el proceso de apretar el CTRL+F para buscar algún contenido en particular, y después me acuerdo que viene con índice.
asi me tiene la mente el interné.
ah! y sin querer justo mientras leía sus opiniones y escribía mi respuesta anterior, me topé con esta tira cómica en tumblr...
creo que resume super bien todo esto
http://24.media.tumblr.com/tumblr_l0uksgTJCN1qzpwi0o1_500.jpg
Noto cierto sesgo en esta interesante conversación, seguro por la condición de lectores de los participantes. El libro y la lectura son también un medio para un determinado fin, el acceso a un contenido concreto, a información y conocimiento, más allá del soporte. En ese sentido las nuevas tecnologías han puesto a nuestra disposición herramientas antes no disponibles. La lectura está siendo reemplazada en ciertos ámbitos por el audio y el vídeo. Les pongo un ejemplo real. En vez de enfrentarme a un manual de más 500 páginas de un nuevo software, el cual por su solo tamaño intimida, además de tener una estructura que no facilita el aprendizaje rápido, puedo utilizar un vídeo que abro en el navegador de internet, donde todo el contenido está indexado y la explicación es más clara y directa. Ahí el libro perdió la batalla, en vez de leer, me lo explican.
¿Por qué leer una entrevista si la misma la puedo bajar en formato mp3 y escuchar en mi reproductor de audio cuando voy al trabajo? ¿Qué me dicen del audiobook? ¿Por qué comprar un diario si puedo bajar el podcast de un programa de radio?
@micronauta @lnds @Mario,
finalmente, creo que tenemos un punto de acuerdo: lo importante es promover el acceso más expedito e íntegro a la información y el conocimiento. El resto, son decoraciones.
Me encantó!! y lo comparto plenamente.Me parece que sirve para pensar muchas otras cosas, incluso más allá de libros y lecturas.
Me hizo recordar al secreto que le develó La Vida a Zaratustra: "soy lo que se supera a sí mismo". La vida es devenir.
Concuerdo con Inds (y Nietzche por cierto)respecto que el libro a muerto y que el esfuerzo debe ser el entregar, facilitar, informar, etc. cuestiones ni tan faciles en ESTE medio (el digital) que por lo demas no es ni tan democratico, ni tan libre ni menos igualitario como se piensa habitualmente, lo cual lo hace, una vez mas burgues. Lo criticable, en mi opinion es la responsabilidad de quienes tienen o HAN TENIDO responsabilidad en decisiones de negocios estatales por ejemplo, que hubiesen permitido que algunas de estas misiones fuesen posibles. No creo en estos "apostoles digitales tecnologicos" que los veo mas bien como promotores de ideas evolucionadas y modernas, o post modernas que le dicen - a decir de Abbagliati- con aires de simpaticos y encantadores inocentes, pero no se dan cuenta que muestran la hilacha a cada paso. Lo demas, paja mental! $$$$$
@maria b, gracias ;-)
@Anónimo, concuerdo en un punto contigo: Internet o las tecnologías, en general, no son la panacea de la democracia. Si lees algunas entradas en Cadaunadas, te darás cuenta de que algo ya he dicho sobre eso.
Y respecto al resto, demasiado fácil lanzar juicios sin mayor fundamento.
Y mientras tanto los políticos y economistas se empeñan a decir que estamos pasando de una sociedad industrial a una sociedad del conocimiento... Ok, perfecto me parece, pero ¿ustedes creen?
¡Saludos!
Cierto, el rompimiento de los paradigmas es un aspecto difícil de enfrentar pero ¿cómo afrontar un nuevo conocimiento si no es eliminando, enriqueciendo o modificando a los viejos conocimientos? Ocurre de la misma manera con las formas.
Excelente artículo. ¡Felicidades!
No matemos al libro. Si ha de morir, que sea por muerte natural. ¿No te parece?
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