Por Kevin Kelly (*)
La tecnología se ha convertido en nuestra cultura...
...nuestra tecnología cultural.
La tecnología ya no está más fuera, no es más un extraño, ya no está en la periferia. Está en el centro de nuestra vidas. "La tecnología es la fogata alrededor de la cual nos reunimos", dice la artista Laurie Anderson. Durante muchas décadas, la presencia de alta tecnología fue marginal. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, está en todas partes y es de importancia fundamental.
Si la tecnología ha sido capaz de infiltrar nuestras vidas al nivel que lo ha hecho, es porque se ha convertido en algo muy parecido a nosotros. Se ha hecho orgánica en estructura. Dado que la tecnología de red se comporta mas como un organismo que como una máquina, las metáforas biológicas son mucho más útiles que las mecánicas para entender como funciona la economía de red.
Pero si el éxito sigue un modelo biológico, así lo hace también el fracaso. Una historia para estar prevenidos: un día, en la playa, pequeñas algas rojas de repente crecen hasta convertirse en una vasta ola roja. Unas semanas más tarde, justo cuando la mancha roja parece indeleble, se disuelve. Los lemmings aumentan rápidamente y luego desaparecen. Las mismas fuerzas biológicas que multiplican las poblaciones, las reducen. Las mismas fuerzas que se alimentan entre sí para amplificar presencias en la red y crear poderosos estándares de la noche a la mañana, pueden operar en sentido inverso para desarmarlos en un pestañeo. Las mismas fuerzas que convergen para construir organizaciones de una manera tan biológica, pueden también converger para derribarlas. Uno puede esperar que cuando la fortuna de Microsoft cambie, sus ganancias colapsen en una curva inversamente simétrica a su éxito. Todas las razones autoconvincentes para unirse al éxito de una red, operan marcha atrás cuando el éxito se convierte en fracaso y todo el mundo quiere volar.
(*) Traducción de esta entrada de Kevin Kelly, publicada el 9 de junio. Kelly es un explorador de nuevos mundos, un atisbador de los horizontes que la Humanidad enfrentará.
La tecnología se ha convertido en nuestra cultura...
...nuestra tecnología cultural.
La tecnología ya no está más fuera, no es más un extraño, ya no está en la periferia. Está en el centro de nuestra vidas. "La tecnología es la fogata alrededor de la cual nos reunimos", dice la artista Laurie Anderson. Durante muchas décadas, la presencia de alta tecnología fue marginal. De repente, en un abrir y cerrar de ojos, está en todas partes y es de importancia fundamental.
Si la tecnología ha sido capaz de infiltrar nuestras vidas al nivel que lo ha hecho, es porque se ha convertido en algo muy parecido a nosotros. Se ha hecho orgánica en estructura. Dado que la tecnología de red se comporta mas como un organismo que como una máquina, las metáforas biológicas son mucho más útiles que las mecánicas para entender como funciona la economía de red.
Pero si el éxito sigue un modelo biológico, así lo hace también el fracaso. Una historia para estar prevenidos: un día, en la playa, pequeñas algas rojas de repente crecen hasta convertirse en una vasta ola roja. Unas semanas más tarde, justo cuando la mancha roja parece indeleble, se disuelve. Los lemmings aumentan rápidamente y luego desaparecen. Las mismas fuerzas biológicas que multiplican las poblaciones, las reducen. Las mismas fuerzas que se alimentan entre sí para amplificar presencias en la red y crear poderosos estándares de la noche a la mañana, pueden operar en sentido inverso para desarmarlos en un pestañeo. Las mismas fuerzas que convergen para construir organizaciones de una manera tan biológica, pueden también converger para derribarlas. Uno puede esperar que cuando la fortuna de Microsoft cambie, sus ganancias colapsen en una curva inversamente simétrica a su éxito. Todas las razones autoconvincentes para unirse al éxito de una red, operan marcha atrás cuando el éxito se convierte en fracaso y todo el mundo quiere volar.
(*) Traducción de esta entrada de Kevin Kelly, publicada el 9 de junio. Kelly es un explorador de nuevos mundos, un atisbador de los horizontes que la Humanidad enfrentará.
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