14 de mayo de 2009

Colombia I: Una experiencia de contenido local


Invitado por la Biblioteca Nacional de Colombia, desde el domingo pasado estuve en Bogotá. Fueron días bastante intensos, de mucho conocer y estrechar lazos con el acogedor equipo de la Biblioteca. Días en los que pude comprobar como las bibliotecas colombianas, referentes latinoamericanos en los más diversos ámbitos, están asumiendo de manera decidida los desafíos y oportunidades que la tecnología ofrecen para llevar un paso más allá lo que cada vez creo más es la razón de ser más profunda de quienes nos desempeñamos en bibliotecas: construir sociedades más democráticas sobre la base de una mayor equidad en el acceso a las oportunidades.

De todo lo que ví destaco, en esta primera entrada, una iniciativa que está recién partiendo (y que en gran medida fue el motivo de la invitación que me hicieran): Súmese a la expedición botánica, un proyecto del programa Bibliotecas Vivas del Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas, que lidera la Biblioteca Nacional. Según su equipo coordinador, el trabajo de BiblioRedes en torno a los contenidos locales chilenos se encuentra entre sus fuentes de inspiración.

En síntesis, Súmese a la Expedición Botánica es una iniciativa que surge como homenaje a José Celestino Mutis en el bicentenario de su muerte. A través de su principal obra, la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, Mutis revolucionó la manera en que los colombianos empezaron a mirar su país, todo ello ad portas del inicio del proceso independentista colombiano. Doscientos años después, la Biblioteca Nacional -a través de la red de bibliotecas públicas que coordina- está construyendo un nuevo ejercicio replicando la metodología de Mutis: observación, investigación y publicación. Pero ahora, como debe ser, esa invitación a remirar las realidades locales se plasmará en una serie de blogs colectivos, construidos de manera colaborativa por los usuarios y comunidades atendidas por las bibliotecas.

Para este año tienen pensado un piloto en ocho localidades, a cuyos resultados habrá que estar atentos. Por lo que me comentaron, el celebrar la figura y el legado de Mutis está, ya en los primeros talleres con la comunidad, convirtiéndose en un momento preciso para que otras expresiones de las realidades locales emerjan. Algo no menor, toda vez que -como pude sentir en esta primera visita a Colombia- es un país que conjuga de una manera muy particular una historia y un presente lleno de conflictos, con una inclaudicable voluntad de ser, una tensión de la que espero poder compartir mi breve experiencia en una futura entrada.

No me cabe duda que, como ya pudimos vivir cuando Gabriel Vanegas compartió con BiblioRedes la labor de su biblioteca de La Loma en Medellín, abrir canales para las culturas e identidades locales en Colombia significa generar oportunidades para la conversación sobre heridas y traumas que escapan a lo que en Chile estamos acostumbrados. Y, por lo tanto, espacio para que podamos aprender.

Al terminar esta entrada, agradecer al equipo de la Biblioteca Nacional por su cálida hospitalidad y sus deseos de compartir y conversar abiertamente sobre sus "sueños digitales". Espero que nuestra experiencia les sea de utilidad y que nuestros errores les hagan más sencillo el camino. Un reconocimiento especial para Catalina Holguín, quien junto con compartir su mirada sobre el proyecto Súmese a la Expedición Botánica, estuvo a cargo de la impecable logística de mi visita (y con quien, de reunión en reunión, de exposición en exposición, pude caminar bastante por Bogotá, la mejor manera de conocer una ciudad).

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