Cuando regresaba hoy a mi casa, escuchaba en la radio el programa de noticias y actualidad que sintonizo todas las tardes. Se reproducían las declaraciones de un diputado, miembro de la mesa directiva de un partido político, refiriéndose a cierta decisión de una autoridad de gobierno respecto al futuro de un funcionario público cuestionado durante las últimas semanas, ya que según algunos informes no habría sido todo lo pulcro que se esperaba en el ejercicio de sus funciones y responsabilidades, lo que derivó en ciertas situaciones poco claras respecto al destino de recursos públicos. La autoridad de gobierno optó por no aplicar la máxima sanción posible, pero si una sanción menor, lo que habría generado cierta molestia en algunos sectores. Ante ello, el diputado decía entender esa molestia, ya que la "Quinta Vergara" quería la sanción más dura.
En el contexto de la nota de prensa, no quedó claro a quien se refería el diputado al mencionar la "Quinta Vergara", pero el simil trasunta una cierta mirada sobre la política y cómo ésta se realiza, mirada que tiene mucho de show business. ¿Es la ciudadanía la "Quinta Vergara", que a gritos pide premios para los artistas o los hunde con pifias? ¿Representa la ciudadanía el público del antiguo circo romano, que con sus pulgares orientaban al César respecto al destino de un gladiador caído? Soy servidor público, pero antes soy ciudadano y no me gustó sentirme ninguneado como un mero pulgar. Y además dirigido hacia el lado equivocado.
Nota para los curiosos. Para esta breve reflexión sobre la política chilena en el año 2008, el nombre del diputado, del partido político y del funcionario público sancionado no es relevante. Mayor importancia tiene conocer la historia de la antigua Roma.
Nota para los extranjeros. "Quinta Vergara" es el nombre que recibe el lugar donde se realiza todos los años en febrero el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, y en el que el público (también conocido como "el Monstruo") tiene fama de no perdonar a los artistas que realizan presentaciones mediocres, silvándoles hasta que terminan en forma anticipada sus rutinas, o encumbrar a aquellos que gustan, exigiendo a la organización que les entregue cuanto premio sea posible. "Quinta Vergara" es, en realidad, el nombre del parque dentro del cual se encuentra el anfiteatro en el que se desarrolla el Festival.
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