@Mario, si asumimos que el coraje es para enfrentar cualquier tipo de coacción, desaparece la discrepancia. Y respecto al eventual conflicto entre felicidad y libertad, te respondo que la sumisión jamás genera felicidad, aunque puede hacer creer que uno es feliz.
No necesariamente. Por ejemplo, un nacionalista encuentra su felicidad formando parte de la comunidad, aunque ello conlleve una pérdida de libertad. El conflicto de los Balcanes es muestra de ello. Islam significa sumisión. ¿Quiere decir eso que un musulmán no puede ser feliz?
Para escalar el Everest se necesita coraje también, pero no creo que podamos decir que la montaña nos coacciona.
@Enzo: ciertamente la audacia requiere de cierta temeridad. En realidad la frontera entre una y otra es un papel puesto de lado, Mayor razón para que lo sabio sea saber distinguir entre una y otra. @Mario, convengamos que la libertad y la felicidad son categorías interpretables por quienes la disfrutan o carecen de ella. En esos términos, el nacionalista bien puede sentirse feliz y libre.
6 comentarios:
Aunque el coraje bien puede conducir a la audacia, o a la temeridad. La sabiduría está en reconocer la diferencia (y lo digo yo)
@Ricardo, ¿acaso la audacia no requiere de una dosis de temeridad, por poca que sea?
Discrepo. La libertad es la ausencia de coacción, y a menudo está enfrentada a la felicidad.
@Mario, si asumimos que el coraje es para enfrentar cualquier tipo de coacción, desaparece la discrepancia. Y respecto al eventual conflicto entre felicidad y libertad, te respondo que la sumisión jamás genera felicidad, aunque puede hacer creer que uno es feliz.
@Enzo,
No necesariamente. Por ejemplo, un nacionalista encuentra su felicidad formando parte de la comunidad, aunque ello conlleve una pérdida de libertad. El conflicto de los Balcanes es muestra de ello. Islam significa sumisión. ¿Quiere decir eso que un musulmán no puede ser feliz?
Para escalar el Everest se necesita coraje también, pero no creo que podamos decir que la montaña nos coacciona.
@Enzo: ciertamente la audacia requiere de cierta temeridad. En realidad la frontera entre una y otra es un papel puesto de lado, Mayor razón para que lo sabio sea saber distinguir entre una y otra. @Mario, convengamos que la libertad y la felicidad son categorías interpretables por quienes la disfrutan o carecen de ella. En esos términos, el nacionalista bien puede sentirse feliz y libre.
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