Juan Freire, quien tiene uno de los blogs más interesantes de todos los que seguí durante el 2007 (mi primer año de "intensa" vida bloguera), publicó en soitu.es dos entradas notables (1 y 2) sobre Twitter, el fenómeno microblogging de 2007. Recomiendo la lectura para aquellos que, como yo, aún miramos este espéctaculo desde la gradería.
En su primera entrada, Juan escribe:
Debo confesar que yo mismo (mi twitter) comencé a usarlo en marzo de 2007 como un absoluto escéptico. Me comportaba como un voyeur que no encontraba razones ni interés para publicar textos cortos y me limitaba a leer a mis contactos cuando regresaba a su web cada cierto tiempo (al principio semanas, después días). Pero, poco a poco, mi interés fue creciendo, descubrí usuarios (muchos ya viejos conocidos, otros no) que hacían usos intensivos e innovadores y empecé a experimentar con la publicación de mensajes, miniposts o twetts. Ahora, sin ser un usuario compulsivo, sí lo utilizo de modo cotidiano por muchas y diversas razones. Pero, sobre todo, por una razón que podríamos considerar psicológica, similar a la que nos anima a relacionarnos con nuestros amigos en el mundo analógico. Dedicar cierto tiempo a cultivar relaciones y amistades, charlando con amigos y conocidos (e incluso con perfectos desconocidos) aunque no obtengamos una utilidad inmediata y directa, es una parte esencial de nuestro comportamiento.
No consideramos esta conducta una pérdida de tiempo en los espacios analógicos, pero seguimos siendo reticentes a aceptarlo en los entornos digitales. Pero, en ambos espacios, la interacción social casual, corta y sin objetivos inmediatos es una necesidad psicológica que ayuda a mantener nuestro entorno social, algo imprescindible para nuestro bienestar. Por eso, Twitter es algo más (o diferente) a un nuevo modelo de comunicación digital que ha evolucionado desde los blogs. Podríamos considerarlo como una herramienta low tech de realidad aumentada, dado que permite ampliar nuestro comportamiento analógico cotidiano a Internet de un modo sencillo.
Si quieren ver un intenso uso autóctono de Twitter, hacer clic aquí (cortesía de Luis Ramírez).
P.D.: Luego de publicar la entrada, recordé este otro buen ejemplo criollo de la utilidad de Twitter (Miguel Paz dixit).
4 comentarios:
Hola:
También podemos utilizar esta herramienta como panel de anuncios de la biblioteca. En la biblioteca
de Muskiz utilizamos Twitter para lanzar mensajes cortos que recogen noticias "perecederas": el último título que ponemos a disposición del usuario, la interrupción momentánea de un servicio...que incrustamos en nuestra página web (Azken ordukoak / Última hora). Si además utilizamos Firefox existe una extensión (Twitterbar) que nos permite introducir el mensaje desde la barra de direcciones del navegador.
Un saludo.
Fernando
Fernando,
me "robaste" la entrada. Tenía pensado postear en los próximos días sobre el uso de Twitter en bibliotecas públicas, utilizando el buen ejemplo de Muskiz. Ahora no me quedará más que hablar del buen bacalao que se come en Vizcaya.
Por cierto, se agradece que vayas abriendo senda en llevar lo 2.0 a los servicios bibliotecarios.
Saludos.
También en la Biblioteca Municipal de Burgos hemos comenzado a utilizar Twitter para publicar alertas sobre nuestros servicios bibliotecarios [http://twitter.com/bibmunburgos]. Intentamos seguir la estela de Fernando, de Catuxa y de tantos otros...
Un saludo
@rafaelibaher, estela importante la que siguen. Gracias por compartir el trabajo de tu biblioteca. Saludos.
Publicar un comentario