Regreso de cuatro semanas de unas espléndidas vacaciones y encuentro mi lector de feeds atiborrado de entradas. Algo más de 400. ¿Acaso no repararon mis blogueros preferidos en el hecho de que yo estaba semidesconectado? ¿Quien me va a pagar por la horas de sueño que perderé intentando ponerme al día con estas lecturas? ¿No es suficiente martirio leer día a día lo que publican como para tener ahora que estresarme con lo publicado en mi ausencia?
Conviene recordar la regla de oro de la netiquette: Recuerde que hay seres humanos del otro lado.
Conviene recordar la regla de oro de la netiquette: Recuerde que hay seres humanos del otro lado.
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